La Fiscalía de Zamora sostiene que un empresario de hostelería de Benavente falseó la contabilidad del negocio familiar para impedir que su hermano pudiera cobrar la totalidad de los 169.000 euros que le correspondían por abandonar dicha sociedad cooperativa, acusación ante la que el imputado, de iniciales A.F.M., se limitó a decir que “soy camarero, no entiendo de cuentas”, de ellas que se encargaba una asesoría.

El testimonio del hostelero no convenció a la fiscal que mantuvo la petición de 2 años y medio de prisión; una multa de 3.000 euros y una indemnización de casi 84.000 euros a abonar al hermano, con el que ha perdido la relación por completo, indicaron los dos al testificar durante el juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal. El abogado de la defensa pidió la absolución porque sostuvo que las cuentas sobre las que se asentaba la acusación no las elaboró su cliente, sino el reclamante. Este último solo pudo recuperar unos 85.000 euros de los que le correspondían al liquidar su participación societaria en la empresa de hostelería.

Lo cierto es que los peritos judiciales cifraron el patrimonio en más de 800.000 euros en 2012, una; y en más de 900.000 en 2013, de acuerdo con el estudio que efectuaron de toda la contabilidad, cuentas que no llegaron a obtener el visto bueno de la mayoría de cooperativistas, todos hermanos, sociedad de la que era presidente el único imputado. En base a esos datos, la Fiscalía concluyó que la liquidación del último año, sobre cuya contabilidad debía calcularse la cantidad de retorno para el socio que abandonaba la empresa, no se aprobó porque esa cuantía ascendía a 341.000 euros, y quienes se oponían a pagar al denunciante no estaban dispuestos a desembolsar la cantidad que le correspondía. Esa indemnización sumaba la mitad de esa cuantía, pero el denunciante percibió una cantidad muy inferior, unos 85.000 euros mencionados, por lo que se imputa delitos societarios al acusado.

La acusación particular cuestionó el desconocimiento contable del procesado, puesto que, “como presidente, sí hizo valer las cuentas cuando de una de las peritos judiciales para aprobar el reintegro al otro hermano” que también abandonó la sociedad. El letrado se remitió a los informes de los dos peritos nombrados por el juez para recalcar que en 2013 la sociedad obtuvo beneficios y que su cliente no pudo percibir su parte porque la Junta de la cooperativa no aprobó las cuentas porque el imputado “e negó” a hacerlo.

Por su parte, la defensa devolvió la pelota al tejado del denunciante al que acusó de haber calculado las cuentas de 2013 él mismo para poder ingresar la cantidad por el “retorno cooperativo” a la que aspiraba. En ese periodo, agregó el abogado del imputado, el presidente de la sociedad era el propio denunciante, quien reclama ahora los 84.000 euros, a quien reprochó que no hubiera dado el visto bueno a las cuentas de 2012.