La ciudad de Zamora recuerda desde ayer a los hijos de la provincia que fueron deportados a campos de concentración nazis en la década de los cuarenta del siglo pasado. Una deuda que la capital salda con los veintitrés zamoranos que sufrieron este horror y cuyos nombres figuran ya impresos en los adoquines que conforman el memorial instalado en la plaza de Alemania. Su ubicación no es casualidad, como tampoco la fecha de la inauguración. Este pasado 5 de mayo se celebraba el septuagésimo sexto aniversario de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen, donde gran parte de estos ciudadanos estuvieron recluidos tras ser apresados en Francia, cuando huían ante el golpe de estado de Francisco Franco.

VÍDEO | Homenaje en Zamora a las víctimas del nazismo

VÍDEO | Homenaje en Zamora a las víctimas del nazismo Sara Rodríguez

El memorial instalado en la plaza de Alemania hunde sus raíces en la iniciativa “Stolpersteine” del artista alemán Gunter Demnig, que significa “piedra que hace tropezar”. Siguiendo este diseño, la capital cuenta desde este miércoles con 23 adoquines que llevan impreso en latón los nombres de cada una de las víctimas. El impulso a este homenaje lo ha dado el concejal alemán del Ayuntamiento de Zamora, Christoph Strieder, quien ha recordado en la inauguración que “los crímenes de guerra solo se pueden conmemorar si cada uno, en su condición ideológica, trabaja para conocer la historia”. El edil ha explicado que “es fundamental realizar ese trabajo que desde hace décadas lleva a cabo el Gobierno alemán para investigar, conocer y dar acceso a toda la información” relacionada con los campos de concentración nazis. En este sentido, ha señalado que “más importante que el castigo es entender cómo funcionaba un exterminio de personas organizado por el propio Gobierno de Alemania al amparo de la ley”.

En la inauguración ha participado también el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, quien ha señalado que este homenaje es “un acto eminentemente político en honor a la democracia y para la reparación moral de los 23 zamoranos deportados”. Guarido ha recordado que su instalación ha sido posible gracias al acuerdo unánime de la Corporación Municipal, por lo que ha agradecido a los concejales de todos los partidos políticos su participación. Además, en el acto se ha recordado también la colaboración del Centro Isaac Campantón, que fue la primera organización en recopilar los datos de los zamoranos que fueron deportados desde Francia hacia los campos de concentración de la Alemania nazi, según ha señalado el promotor de este homenaje, Christoph Strieder.

Placa que recuerda el homenaje. Jose Luis Fernández

Para concluir, el acto ha contado con la presencia de Eduardo Martín, presidente del Foro por la Memoria de Zamora, quien ha valorado el significado del memorial. “Al tratarse de adoquines que se encuentran en el suelo, el visitante tendrá siempre la obligación de inclinarse para leer el nombre de las víctimas, lo que es un acto de homenaje y respeto”, ha indicado. Al este respecto, Martín ha reflejado que “cumplir con el deber moral de recordar a estas personas es una exigencia ética y una obligación consustancial a la ciudadanía democrática”.

La inauguración de este memorial ha querido también ofrecer protagonismo a algunos de los familiares y descendientes de los deportados, así como a las denominadas “amicales” de Mauthausen y Dachau. Por parte de las primeras, se ha recordado la importancia de “honrar, reivindicar y promover la vigencia de la memoria de estos españoles”, así como “reconocer el lugar de privilegio que les corresponde por su defensa de la democracia y de las libertades, integrar el recuerdo de las víctimas del nazismo en las conciencias individuales y dotar de referentes democráticos a la sociedad”. Desde la Amical de Dachau, el homenaje ha sido a Carlos Redondo Flores y Juan Antonio Turiel Furones, ambos deportados a ese campo de concentración. “Todas las víctimas de la deportación se encuentran en el mismo espacio de la memoria colectiva y lo esencial es que la violencia que se ejerció contra todos ellos no es el camino para resolver las diferencias; recordar a las víctimas de la represión y de la deportación es luchar contra el olvido y devolverlas a la vida”, han indicado.

Zamora salda así su deuda con los ciudadanos que sufrieron en sus carnes el horror nazi y que tuvieron que pasar por los campos de concentración, llegando algunos a perecer en ellos. Un necesario acto de reparación que quedará para siempre en el suelo de la capital en este punto clave que es la plaza de Alemania, uno de los vestigios que todavía quedan de las nomenclaturas franquistas en el callejero de la capital. El recuerdo será perenne a través de estos adoquines de latón en los que figuran los nombres de cada uno de los veintitrés zamoranos víctimas de la Alemania nazi.

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