La Junta de Castilla y León anuncia que a partir del 9 de mayo, cuando decae el estado de alarma, desaparecerán todas las medidas que afectan a los derechos fundamentales como el cierre de la comunidad, el toque de queda y las limitaciones de las reuniones y aforos.

El vicepresidente autonómico, Francisco Igea, ha indicado, al término del Consejo de Gobierno, que la hora de cierre de la hostelería será a las doce de la noche, que se podría ampliar incluso hasta la 1 de la madrugada si mejoran los datos de incidencia. "No entendemos posible ni razonable que si no hay toque de queda mantener la hora de cierre actual, ya que lo que haríamos sería trasladar la actividad al interior de los hogares y otros edificios".

Así las cosas, durante la madrugada del sábado al domingo los bares tendrán que cerrar a las doce de la noche como máximo, igual que a partir de los días siguientes al domingo 9 de mayo.

La Junta mantiene las restricciones del Semáforo COVID y el límite de 150 casos por cien mil habitantes para establecer medidas adicionales, como el cierre del interior de los bares que está aún en vigor en Benavente.

Igea ha advertido que la eliminación del cierre perimetral de la comunidad puede provocar un trasvase de la incidencia de comunidades vecinas con más contagios, como el País Vasco o Madrid.

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