Jesús Hilario Tundidor ya reposa para siempre en el panteón de los ilustres del cementerio de San Atilano. El inolvidable poeta zamorano recibió sepultura este lunes tras una ceremonia religiosa sencilla, que tuvo lugar en la iglesia de San Vicente de la capital y que congregó a decenas de familiares y amigos. El ritual religioso se celebró sin grandilocuencias, más allá de que tocase despedir a un hombre que deja una huella imborrable en la literatura y en la historia de la cultura en la provincia.

Hilario Tundidor, ganador del premio Adonais en 1962 por su poemario “Junto a mi silencio”, y reconocido más de medio siglo después con el Premio de las Letras de Castilla y León 2013, recibió sepultura durante la tarde de este lunes, después de que sus restos mortales llegaran rápidamente a Zamora. El poeta había fallecido el domingo en Madrid, a los 85 años de edad.

Antes del traslado del cuerpo de Hilario Tundidor a San Atilano, en la misa que se ofició en su memoria, estuvieron presentes algunas figuras vinculadas al mundo de la literatura en Zamora. Por ejemplo, el librero Luis González, o el escritor Tomás Sánchez Santiago, que declaró a la entrada, en palabras recogidas por la agencia Efe, que Jesús Hilario Tundidor era “un poeta de una cercanía engañosa”, ya que su verso era más profundo de lo que aparentemente se podía ver, y denotaba que, tras él, había un investigador del lenguaje y un hombre “delicado y valiente”, que además renovó continuamente sus propias obras.

En cuanto a la presencia política en el funeral, tan solo estuvo en San Vicente el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zamora, David Gago, aunque otras personalidades de la provincia, e incluso de la comunidad autónoma, ya habían expresado sus condolencias a la familia y su reconocimiento hacia la figura del poeta.

Así lo hicieron desde el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, hasta el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, pasando por otros dirigentes como el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, o el vicepresidente de la Diputación, Jesús María Prada. Además, este lunes, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, quiso mandar un mensaje para honrar la memoria de Jesús Hilario Tundidor: “Mostramos nuestro dolor por el fallecimiento de este gran poeta. Llevó la poesía al pueblo y es una gran pérdida a todos los niveles”, aseguró el que fuera alcalde de Morales de Toro, pueblo que lleva un calle con el nombre del literato.

Su calidad humana

Aparte de los políticos y los compañeros de profesión y de pasión, numerosos ciudadanos anónimos han inundado las redes en las últimas horas con mensajes de condolencia para la figura de Hilario Tundidor, un hombre que deja como herencia para sus lectores una colección de trece obras en las que exhibió ese valor incalculable de ser “certero en la palabra”, como describió Antonio Pedrero tras conocer la noticia de la muerte.

Además, más allá de esa calidad literaria, en la que hay unanimidad entre los expertos, quienes le conocieron incidieron también en su talla personal: “Era un ser humano maravilloso que te sorprendía siempre”, manifestó Juan Manuel Rodríguez Tobal tras conocer el fallecimiento de un hombre al que la ciudad que le vio nacer le dedicó una céntrica plazuela que lleva el nombre de Jesús Hilario Tundidor desde 2014.

El recuerdo del poeta y del hombre quedará grabado para siempre en la historia de su “Zamora querida”; también en la antología de los poetas españoles de los años 60, entre los que tiene un hueco destacado como miembro de pleno derecho de sus mejores plumas.