El barrio de San José Obrero se someterá a una renovación parcial de su red de abastecimiento de agua potable. Una intervención con la que el Ayuntamiento de Zamora pretende sustituir las actuales tuberías de fibrocemento, desaconsejadas desde el punto de vista sanitario, por otras de fundición dúctil. Se trata de más de un kilómetro y medio de instalaciones que habrá que retirar, así como casi un centenar de acometidas domiciliarias. Un proyecto que ya se encuentra en la Plataforma de Contratación del Estado con un presupuesto que asciende a 370.000 euros. Además, dada la envergadura de la actuación, en la que se hace necesario cavar zanjas en calzadas y aceras, las obras se demorarán por cuatro meses y se ejecutarán separadas en diferentes fases.

El proyecto ideado por el Ayuntamiento de Zamora afecta solo a siete calles, pero dos de ellas son las principales arterias del barrio. Así, está previsto sustituir 554 metros de tubería en la calle de la Hiniesta, entre las calles Bolón y Remesal, al igual que en la avenida de Galicia, en el tramo entre la calle de la Salud y Casa Mohína. El resto de tramos afectados serán la calle del Bolón (entre la avenida de Galicia y la calle de la Hiniesta), la calle de Valcabado (entre Hiniesta y Nuestra Señora de las Mercedes), Riomanzanas (entre Peña Trevinca y Cañaveral), Salud (entre plaza de Villardeciervos y avenida de Galicia) y la plaza de Villardeciervos. Tal y como se advierte en el proyecto, la ejecución de estos trabajos conlleva la excavación y realización de zanjas en la calzada y aceras para la retirada de las tuberías de fibrocemento de la red general y la posterior instalación de las nuevas tuberías de fundición dúctil, así como la sustitución de 93 enganches y acometidas domiciliarias y la instalación de once nuevos hidrantes para la extinción de incendios. Todo ello, ejecutado en distintas fases en un plazo de cuatro meses.

Con este movimiento, el Ayuntamiento de Zamora pretende seguir el plan para eliminar de la ciudad el máximo posible de tuberías de fibrocemento, que desde hace años están desaconsejadas por contener amianto. A día de hoy, la ciudad cuenta con 227 kilómetros de tuberías en la red de abastecimiento de agua y tan solo 30 kilómetros son de fibrocemento. En los últimos tiempos, la capital zamorana ha ejecutado este tipo de obras en la urbanización Los Almendros o en la calle Alonso de Tejada, entre otras, pero el objetivo es que esos treinta kilómetros se rebajen a la mitad para mantener una red de abastecimiento en óptimas condiciones.

Cabe recordar que el uso de las tuberías de fibrocemento se generalizó en la España de los años cuarenta del pasado siglo, pero su utilización quedó terminantemente prohibida a principios del siglo XXI. De hecho, una Directiva Europea de 1999 ya limitaba el uso y comercialización de sustancias como el amianto y, por extensión, el fibrocemento, formado por fibras de amianto y cemento. En España, esa normativa se hizo propia en el año 2001 y fue en 2003 cuando se prohibió terminantemente tanto en uso como en comercialización dada su potencial peligrosidad en el tiempo. Desde entonces, las ciudades han tenido que adaptarse a esa normativa que destierra completamente el amianto de cualquier infraestructura y la capital zamorana no se ha quedado atrás. De hecho, desde hace años existe el citado plan para tratar de limitar al máximo este tipo de tuberías en la red de abastecimiento de agua potable y ya se han ejecutado actuaciones encaminadas a ese objetivo. Ahora, el barrio de San José Obrero se sumará a las zonas que cambiarán sus tuberías para evitar cualquier tipo de peligro relacionado con estas sustancias.