Zamora se encamina a un verano con mascarilla y con medidas restrictivas para luchar contra el coronavirus. Serán, a buen seguro y teniendo en cuenta la trayectoria que la Junta ha llevado durante la pandemia, bastantes las limitaciones a la actividad normal las que se apliquen a partir del diez de mayo, cuando decae el estado de alarma que lleva en vigor desde octubre. La legislación todavía permite a la comunidad autónoma aplicar restricciones en prácticamente todos los ámbitos de la vida pública de los ciudadanos. Eso sí, no puede actuar en el ámbito privado. El derecho de reunión quedará restablecido de forma automática el diez de mayo. También decaen las limitaciones a la movilidad, lo que permitirá a los ciudadanos entrar y salir libremente de la comunidad autónoma. Decaerá asimismo el toque de queda, puesto que la Junta no tiene amparo legal para limitar el derecho a la movilidad nocturna. Pero sí hay margen para otras restricciones.

Varias personas sentadas en una terraza de la ciudad. | José Luis Fernández

Distancia entre personas

Deja de existir el estado de alarma, pero el riesgo de transmisión del coronavirus se queda. Así, es previsible que la Junta establezca la obligación general de guardar la distancia de seguridad entre personas. El uso de la mascarilla seguirá siendo, de momento, obligado en espacios de uso público y al aire libre.

Aforos

Este es uno de los campos en los que la Junta tiene más margen de maniobra, pues puede limitar aforos y actividades de prácticamente cualquier ámbito. Con carácter general se autorizará la apertura de los servicios y negocios de atención al público con las oportunas medidas de prevención, aunque es más que seguro que habrá limitaciones a la actividad. Cabe recordar, a modo de ejemplo, las limitaciones con las que comenzó el verano pasado. Los comercios no podían superar el 75% del aforo y los parques y centros comerciales debían estar siempre por debajo del 50% permitido en las zonas comunes. Es de prever que se sea más duro con la hostelería que con el comercio, siempre a la vista de la estrategia que ha seguido la Junta en los últimos meses.

Aperturas

Igual que sucede con los aforos, la Junta tiene capacidad para cerrar actividades económicas si lo considera justificado por la evolución de la pandemia. Así, la administración regional tiene capacidad para decidir el cierre de la hostelería, del comercio o de la actividad cultural, por poner tres ejemplos. También puede establecer normas que limiten el número máximo de personas por mesa, pero no podrá hacer nada si las reuniones se dan en el ámbito privado.

Culto y celebraciones

Otro de los ámbitos de actuación fundamentales. Es de prever que el aforo en los templos religiosos esté limitado, como también lo estarán las celebraciones tipo bodas, bautizos y comuniones. Nada nuevo bajo el sol, puesto que estas celebraciones ya estuvieron condicionadas por la pandemia en verano del año pasado, con la llamada “nueva normalidad”.

Actividad deportiva

La Junta se reserva la capacidad de legislar sobre las condiciones en las que se tiene que llevar a cabo la práctica de la actividad deportiva. Dando por supuesto que es obligatorio respetar la distancia entre personas y las normas básicas de higiene que rigen durante los tiempos de pandemia, la administración autonómica podrá dictar medidas alternativas de protección física. Se limitarán, de acorde a la evolución de la pandemia, los aforos de las instalaciones deportivas. Importante la legislación que se tome en lo relativo a las piscinas, máxime teniendo en cuenta que se acerca el verano. Se impondrán a buen seguro limitaciones de aforo y una normativa específica sobre el uso de la mascarilla en estos recintos. Una normativa similar se espera para el uso de embalses y pantanos para el baño de los ciudadanos.

Ocio nocturno

La gran incógnita. El año pasado se permitió la apertura interior de los locales, pero la situación pronto viró a un cierre que se alarga ya durante muchos meses. La Junta ha argumentado en repetidas ocasiones que estos negocios, muy dados a las aglomeraciones de personas y a la falta de distancia entre usuarios, estarán entre los últimos en retomar su actividad previa a la pandemia. De momento, todo indica a que tendrán que esperar para abrir.

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