El torero Andrés Vázquez, nacido en Villalpando en 1932, recibe hoy, a partir de las 19:30 horas en el Teatro Ramos Carrión, el Premio de Tauromaquia de Castilla y León correspondiente al año 2020 que le fue concedido el pasado 11 de febrero. El diestro zamorano reconoce estar “agradecido y orgulloso” por recibir el galardón. “Desde los 13 años he estado recorriendo plazas de toros y para mí es un gran orgullo poder recibir este premio”, afirma Andrés Vázquez, el cual reconoce que “se trata de una trayectoria muy larga”. “Los años pasarán, pero no se olvidan”, reconoce el diestro.

El torero de Villalpando ha confesado que le hace mucha ilusión recoger el Premio de Tauromaquia de Castilla y León y no le ha dado importancia a que no le hubiera llegado antes ese reconocimiento y haya tenido que esperar hasta sus 89 años de edad. También ha agradecido las muestras de reconocimiento que recibe periódicamente y ha subrayado que se siente una persona “muy querida” en su pueblo. “El Nono”, como se le conoce en la localidad villalpandina, obtuvo míticos triunfos en los años 60 y 70 en la plaza de las Ventas, de la que abrió en diez ocasiones la puerta grande.

La sexta edición del Premio de Tauromaquia de Castilla y León se le ha concedido “por su brillante e impecable trayectoria profesional al toro como defensor a ultranza de la integridad del toro y de la lidia, procurando darle su sitio como protagonista principal del espectáculo”. La entidad que concede el galardón, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, también indicó en un comunicado que el jurado ha destacado su trayectoria profesional “desde sus inicios, jugándose la vida en las duras capeas de los pueblos de aquella España de la escasez de los años 50, que ya dejaban entrever su afición desmedida”. También se ha reconocido que ha sido precursor de la divulgación de la cultura taurina, más allá de los ruedos, habiendo intervenido en tres largometrajes taurinos o acudiendo a cualquier rincón de España para hablar de toros.

Este premio no comporta dotación económica y consiste en una escultura conmemorativa que se le entregará hoy al premiado como reconocimiento a su aportación a la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial y también como actividad con relevancia medioambiental, patrimonial y económica en la comunidad.