El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, coincidieron en señalar que el 23 de abril es un día para “reivindicar”, en un contexto en el que Castilla y León, y muy especialmente la provincia, necesitan una reacción para escapar de sus problemas demográficos y de desarrollo.

En ese sentido, en declaraciones a la agencia Europa Press, Francisco Guarido explicó que el 23 de abril es, tradicionalmente, un día para reclamar mejores condiciones de vida por parte de los ciudadanos de las provincias que componen Castilla y León.

Bajo esa perspectiva, el responsable de Izquierda Unida explicó que, en el contexto actual, esas reclamaciones deben orientarse a lograr “un reparto justo de los fondos europeos” que sirvan para “compensar las desigualdades” que padecen los territorios de la comunidad autónoma.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, también incidió en la necesidad de “reivindicar” a la ciudadanía de Castilla y León como “gente trabajadora, leal y comprometida con sus vecinos” al tiempo que pidió que la festividad de este 23 de abril sirva “para reflexionar sobre los retos que hay por delante, en especial acerca de la despoblación”. “Cojamos fuerzas en este 23 de abril y empecemos a marcar el camino de la recuperación”, aseveró Requejo.

Ambos dirigentes se hallan pendientes, en las últimas semanas, de las ayudas que pueden llegar desde Europa para paliar la difícil situación que atraviesan las zonas que se encuentran bajo el paraguas de su competencia. Recientemente, Requejo anunció un acuerdo con la Comisión Europea para dar un paso más hacia la fiscalidad diferenciada para las zonas rurales de Zamora, mientras que el alcalde de la capital presentó hace diez días los proyectos que pretende financiar la ciudad a través del fondo de recuperación, en un planteamiento muy ambicioso que permitiría darle una vuelta a la imagen de la ciudad si se concretara.

Más allá de Requejo y Guarido, otros alcaldes y responsables provinciales de la comunidad autónoma también ofrecieron su opinión sobre el espíritu del 23 de abril. Aquí, uno de los más críticos fue el responsable municipal de León, que lamentó el “gravísimo desequilibrio territorial” de una comunidad en la que los ejes de desarrollo “han ido avanzando a dos velocidades para las dos regiones”.

En el lado contrario, para el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, el 23 de abril es una fecha que “une a todos los castellanos y leoneses en un interés común, de una comunidad autónoma que forma parte de España, una comunidad con una fuerte identidad histórica”.