La Diputación de Zamora ya ultima los detalles para la puesta en marcha de su nuevo parque tecnológico, uno de los proyectos que tiene entre ceja y ceja el presidente de la institución, Francisco José Requejo, para tratar de dinamizar económicamente a una provincia cada vez más castigada por su déficit de desarrollo, como se puede percibir en los datos demográficos, reveladores de un éxodo generalizado hacia otras zonas con más oportunidades de trabajo.

En ese sentido, el Boletín Oficial de la Provincia publicó este miércoles la aprobación del proyecto del parque tecnológico, que se ubicará en la Aldehuela, y que cuenta con un presupuesto base de licitación de un millón de euros. El encargado de la redacción ha sido el ingeniero José Luis Hernández Merchán, y ahora la Diputación de Zamora deberá dejar transcurrir el plazo estipulado de veinte días hábiles para que puedan formularse las alegaciones oportunas.

De este modo, si nada se tuerce, los trabajos arrancarán en un plazo breve, una circunstancia que permitirá que el parque científico, que se ubicará en las naves de la Aldehuela, sea una realidad a finales de este mismo año o a principios del próximo 2022, después de un ligero retraso con respecto a la estimación inicial realizada por el equipo de Gobierno provincial. Requejo subrayó que el plazo de ejecución de las obras se fijará en “seis o siete meses”, por lo que la institución tendrá que actuar con celeridad si quiere estrenar las instalaciones antes de cambiar de ejercicio.

Hay que recordar que el equipo de Gobierno provincial, formado por Ciudadanos y el Partido Popular, anunció en su día que había reservado una cantidad de 1,5 millones de euros, con cargo al remanente de tesorería, para financiar este proyecto. Parece que, finalmente, las obras serán menos costosas para poner a punto unas instalaciones cuyas obras debían haber arrancado en enero. Los trámites previos han obligado a corregir ligeramente esa previsión.

En cuanto a los detalles del proyecto, el plan de la Diputación es atraer empresas del sector tecnológico, así como recibir “investigadores y gente que quiera emprender”. Se trata de un plan capitaneado por el propio presidente y que ya ha buscado respaldo en el centro de características similares ubicado en Braganza y en la Universidad de Salamanca.

Según informó hace unas semanas Requejo, en el caso de la institución académica, las conversaciones siguen en marcha, con la idea de aprovechar el talento que se forma en el Campus Viriato como eje de las negociaciones; y en el caso de los socios portugueses, el acuerdo es un hecho, y permitirá que Zamora genere sinergias con un centro tecnológico ya muy desarrollado y que está funcionando con un buen rendimiento.

El objetivo de los responsables provinciales es arrancar con un parque tecnológico “vivo” y tener mecanismos e incentivos para consolidar la presencia de empresas. Esa es una de las obsesiones de Francisco José Requejo, con la vista puesta en lograr que su apuesta particular no nazca con una rémora de base: “Estamos hablando con varias firmas para que se implanten, y tenerlas ya trabajando cuando la iniciativa se ponga en marcha”, explicó el dirigente de La Encarnación la semana pasada.

Por otra parte, la idea del responsable provincial es ofrecer nuevos detalles sobre el proyecto en una presentación que probablemente tendrá lugar en los primeros días del mes de mayo. La Diputación ha encargado una maqueta 3D del proyecto para mostrar con mayor claridad su idea y para seguir apretando en busca de empresas que se sumen a esta iniciativa de desarrollo. En este punto, los esfuerzos se centran en contar “con gente joven y que emprenda”, una perspectiva similar a la que ha llevado a Braganza a implementar un modelo de éxito que se pretende replicar en el caso de la Aldehuela.

Requejo ya indicó en su día que tiene el parque científico “en la cabeza todo el día”, como una de las iniciativas estrella de su mandato. En esta primera línea, también aparecen el impulso a la “silver economy” y la apuesta por la biorrefinería de Barcial del Barco, cuyas obras se están haciendo de rogar. La Diputación sigue pendiente de zanjar un proceso administrativo que resulta pertinente para cumplir con todos los trámites.