Un matrimonio joven pasaba ayer a disposición judicial acusado de tráfico de drogas tras ser detenido la tarde del lunes en el domicilio que ocupaban en el barrio de Alviar, en el que la Policía Nacional se incautó de 350 gramos de hachís y 14 de cocaína en una intervención del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Zamora, apoyado por varias patrullas de Policía Nacional, según ha podido saber LA OPINIÓN DE ZAMORA.

Los agentes, que mantienen abierta una operación para desarticular los puntos de venta de droga distribuidos en pisos de la capital, halló en el domicilio de la pareja dinero presumiblemente procedente del tráfico al menudeo, así como utensilios para pesar las dosis y envasarlas. Las mismas fuentes incidían en que la pareja fue detenida hace poco más de un año, antecedente policial que podría jugar en su contra a la hora de que la juez de guardia decida si les deja o no en libertad. Al parecer, los acusados tienen vinculación con un clan familiar que se dedica a este tipo de actividad ilícita en la capital, apuntaron fuentes consultadas por este diario, una circunstancia que, de probarse, podría ser otro hándicap para que el matrimonio quedara en libertad con cargos.

Los arrestados pasaban a disposición judicial a primera hora de la tarde de ayer para ser interrogados por vía telemática por la juez de guardia, en presencia de la Fiscalía y de su abogado, tras negarse a declarar ante la Policía Nacional. El interrogatorio se prolongó durante varias horas, de modo que al cierre de esta edición los dos jóvenes, de 20 años de edad, proseguían en la Comisaría de Zamora respondiendo a preguntas de la magistrada y del Ministerio Público a través de Internet.

La pareja llegó a las dependencias policiales después de ser detenidos a las 19.00 horas del lunes en su vivienda de la calle de Higueras, desde donde fueron conducidos a la Comisaría de Zamora hacia las 23.00 horas. En el registro perpetrado en el barrio de Alviar, participaron varios coches de la Policía Nacional para apoyar al grupo antidroga de la Comisaría de Zamora, así como una dotación de agentes con perros especializados llegado de Valladolid para rastrear a fondo la vivienda al objeto de detectar drogas que pudieran guardar los acusados. Estos canes también están entrenados para localizar dinero que pueda estar oculto en algún doble fondo del piso (tabiques o zulos).

La estrecha vigilancia a la que el grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Zamora venía sometiendo desde hace tiempo al matrimonio y su entorno culminaba la tarde del lunes con un nuevo arresto de los dos jóvenes ante la expectación de los vecinos del barrio próximo a Las Llamas.

Los agentes pudieron intervenir los 350 gramos de hachís, una cantidad que se aleja de los dos kilos y medio considerados como “notoria cantidad” a la hora de establecer medidas provisionales como la prisión preventiva en caso de que la juez determine que existen pruebas suficientes para ser investigados, indicaron fuentes jurídicas. De hecho, la última detención de dos mujeres a las que la Policía incautó unos 250 gramos de estupefacientes entre heroína y cocaína en la capital quedaron en libertad con cargos, explican fuentes próximas al caso.

En cuanto a los 14 gramos de cocaína incautados al matrimonio, una de las drogas consideradas “duras”, de mayor perjuicio para la salud, cantidades similares han terminado en condena con ingreso en prisión para los detenidos, ya que la Audiencia Provincial es una de las más duras de la comunidad con este tipo de delitos. La presión de la Policía sobre puntos de venta de droga dispersos por la ciudad, que proliferaron especialmente a raíz del confinamiento por el COVID, está propiciando que el cerco sea cada vez más estrecho para los traficantes.