Una deuda de 3.639,20 euros impagada a pesar de la sentencia del Juzgado de Villalpando, que condenaba al titular de un negocio de cárnicas y de un restaurante de la zona a abonar esa cuantía a un proveedor, acaba de sentar en el banquillo de los acusados a un matrimonio, imputado por la Fiscalía por evitar embargos de propiedades del hombre con el traspaso de bienes a su esposa. En concreto, del jeep marca Cheroki. La Fiscalía acusa a la pareja (el hombre de iniciales M.G.G. y la mujer, M.J.A.C.) de “fingir” una venta del turismo por 700 euros, cantidad muy inferior al valor real, para eludir el embargo ordenado en julio de 2019 por el fallo del juez, que llegó a declarar en rebeldía procesal al varón que no recogió la sentencia hasta meses después en la oficina judicial, en febrero de 2020.

La actitud del imputado solo permitió que el acreedor recuperara 80 euros, sin que hasta el momento haya podido reintegrar los más de 3.000 euros reclamados, que la empresa trató de que se le abonara mediante varias conversaciones, que no dieron sus frutos, según testificaron sus representantes en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, al que la Fiscalía exige ahora una condena de año y tres meses de cárcel para cada uno de los acusados y el pago de una multa de 5.400 euros por parte de cada uno de los imputados. El delito que le imputa es el que se conocía como alzamiento de bienes hasta la última reforma del Código Penal, por disponer de un patrimonio, el vehículo, “con ánimo de defraudar las expectativas de sus acreedores”.

El acusado manifestó desconocer el procedimiento judicial, aunque admitió que “sabía que había una reclamación” de la cantidad adeudada y que “tengo conocimiento de la ejecución de la sentencia en 2020”, no cuando la ordena el Juzgado en julio de 2019. Negó que la venta del jeep a su esposa fuera para que no se le pudiera embargar y lo justificó porque los seguros le salían más baratos. La mujer dijo no saber nada de los negocios del marido, “soy solo un ama de casa”.