Fernando Primo y Francisco Guarido destapan el cartel. | Sara Rodríguez

Un pequeño espacio dedicado a una mujer “excepcional”. El jardín que une la calle Diego de Losada y el parque de Eduardo Barrón ya lleva el nombre de Ursicina Martínez Gallego, la promotora y primera directora de la Casa de Cultura de Zamora. Los representantes de los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento y la familia de la homenajeada celebraron este viernes un sencillo acto para descubrir la placa que honra a una figura “pionera” en su tiempo.

Hay que recordar que Ursicina Martínez obtuvo el premio extraordinario de licenciatura tras graduarse en Historia en la Universidad de Madrid. Lo hizo en 1928, cuando estudiar una carrera “era difícil” para una mujer, como subrayó el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, durante el acto de homenaje celebrado ayer.

Tras completar estos estudios, Ursicina Martínez, que había venido al mundo en 1906 en Santa Cristina de la Polvorosa, se trasladó a León, donde obtuvo la plaza de facultativa dentro del cuerpo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos del archivo de San Marcos de la ciudad.

En León, Martínez también impartió clases en el instituto “Padre Isla”, antes de trasladarse, ya en 1941, a la biblioteca “Fernández Duro” de Zamora, donde ejerció como directora hasta su jubilación en 1976. Además, la zamorana fue socia fundadora del Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo” y profesora agregada de Bachillerato en el instituto Claudio Moyano. Allí enseñó latín a los jóvenes de la ciudad y de la provincia durante más de tres décadas, entre 1942 y 1974. Toda una vida entregada a la cultura y a la enseñanza de las letras. En lo personal, Ursicina Martínez fue madre de cinco hijos y tuvo una vida dilatada hasta su muerte en diciembre de 2004, cuando contaba ya con 98 años de edad.

Precisamente, sus descendientes y familiares quisieron dar color al acto que se celebró este viernes y que tuvo un carácter humilde “debido a las circunstancias”. “Hemos hecho esto por iniciativa de la familia y creemos que es un buen lugar, aunque probablemente Ursicina Martínez podría dar nombre a espacios más grandes”, señaló Guarido. Lo cierto es que ese pequeño lugar ajardinado apenas ocupa unos metros, pero el valor simbólico del gesto de la ciudad es lo que importa en este caso.

En ese sentido, el alcalde remarcó la importancia de “una persona valiente y decidida, que ayudó a muchos alumnos y lectores a encontrar una vida mejor”. “El Ayuntamiento está contento de que estos jardines lleven el nombre de Ursicina Martínez”, aclaró Guarido. El dirigente de Izquierda Unida habló en nombre de toda la corporación municipal, y es que Partido Popular, PSOE y Ciudadanos también apoyaron este homenaje. De hecho, varios representantes socialistas y populares acudieron al acto para dejar patente su aprobación al reconocimiento.

Por su parte, el encargado de poner voz a los sentimientos de la familia fue José Ignacio Primo Martínez, que se mostró satisfecho con la elección de esos “modestos jardines para una mujer muy sencilla”. Además, el hijo de Ursicina aprovechó la ubicación de este entorno para reclamar también un homenaje de la ciudad para Agustín García Calvo, cuya vivienda estaba muy cerca de allí.

Primo Martínez elogió a su madre por haber desarrollado una vida como la que tuvo tras iniciar sus estudios con viajes a pie o en caballería desde Santa Cristina de la Polvorosa hasta Benavente: “Toda su vida estuvo cargada de trabajo y buen hacer”, manifestó el hijo de la homenajeada, que insistió en los agradecimientos a quienes hicieron posible un acto que coincide en el tiempo con el 50 aniversario de la creación de la Casa de la Cultura de Zamora, que se puso en marcha en el año 1971.