El zamorano Alfonso Casado (Benavente, 24 años), graduado en Animación Digital, ha conseguido tres nominaciones en las premios Quirino que se fallan el 29 de mayo, por la producción del cortometraje de animación “Wayback”. Casado es un ejemplo de los nuevos campos laborales en los que la juventud enfoca sus pasos profesionales. Trabaja en Meh Producciones, su propia productora, y en User T38 como productor de efectos visuales.

–¿Cuál es la trama del cortometraje “Wayback”?.

–Es un cortometraje de animación 2D de ciencia ficción que narra el viaje de vuelta de un explorador espacial desde un recóndito planeta del universo en el que recoge una planta, de vuelta a lo que sería un futuro planeta Tierra. Al final buscamos la crítica del trato ecologista que hacemos al mundo pero ambientado con la ciencia ficción. Nuestro explorador espacial llega a un gran complejo científico que es un lugar de paz en el que todas las razas han unido las fuerzas para preservar las especies procedentes de distintos puntos del universo. La idea es destacar hasta dónde podemos llegar y no estamos llegando.

–¿Un mundo feliz?

–Es un universo distópico. Es dramáticamente una comedia, porque termina bien. Pero el explorador, una vez deja la planta, ya está pensando en su siguiente misión, dónde le va a llevar la próxima aventura, como un viaje que nunca termina.

–¿La labor del productor en este tipo de obras es diferente a la de un cortometraje tradicional?.

–Es un poco más de lo mismo, al final el productor lo que hace es dar voces, como digo yo, dar viabilidad económica al proyecto. Uno tiene una idea pero tienes que ser consecuente con cuánto dinero dispones, una mezcla de dinero, calidad y tiempo. Es llevar el día a día, lo que haría un jefe de equipo en cualquier entorno laboral.

–La creación de contenidos es fundamental, supongo para alimentar plataformas, redes, vídeo juegos y todo lo que conlleva la sociedad actual.

–El ser humano vive de contar historias, tanto las que se crea en su cabeza como las que consumimos del ambiente. Tenemos ese deseo innato de imaginar historias. La pandemia nos ha obligado a parar un poco y estar más en casa, lo que nos permite consumir de forma un poco más sedentaria más contenidos, pero en general tenemos una tendencia a absorber y a seguir recibiendo nuevos contenidos sin parar.

–¿Cuál es su formación? ¿Cómo comienza en este mundo?

–Yo soy graduado universitario en Animación Digital. Me matriculé en la Universidad Rey Juan Carlos, empecé en Diseño y desarrollo de vídeo juegos y me confundí. Me di cuenta de que programar no era lo mío, a mi me apasionaba más la parte de contar historias, hacer posibles proyectos.

–Y rectificó a tiempo.

–Llorándoles a mis padres, decidí dar el paso, busqué una universidad que ofreciera este tipo de grados y encontré Utad. En primero hice unas prácticas y ahí fue donde encontré que realmente mi pasión era la producción. Es un poco de rebote, pero de repente te das cuenta que esa es la ficha del puzzle que encaja. Luego ha sido ir desarrollando proyectos , ir creciendo y haciendo cosas, hasta que recalé en User que es cuando se me ofrece la posibilidad de unirme como productor ejecutivo en el proyecto de “Wayback”.

–Tiene también su propia productora.

–Sí, uno tiene que comer de donde tiene que comer, pero a la vez estoy intentando emprender, estoy montando mi propia productora, Meh Producciones y ahí estoy elaborando mi proyecto de largometraje.

–Es un joven que está metido de lleno en la nueva economía, los nuevos oficios, lo que viene que en realidad ya está aquí.

–Efectivamente, vivimos en un reciclado constante especialmente en estos puestos de la nueva economía digital. Seguimos acarreando todas las manías y problemas que tiene la industria tradicional y las formas de trabajo, pero sí que poco a poco vamos aplicando el cambio y estamos yendo hacia nuevos modos de negocio, nuevas formas de gestión de equipos, de presupuesto, de trabajo que nos llevan hasta el entorno innovador en el que estamos. Lo que estabas haciendo hace un año hoy ya está desfasado. Entonces, es un reciclaje constante.

–¿Es fácil el equilibrio entre flexibilidad y precariedad laboral, con un mercado de trabajo muy desregulado?.

–La industria del cine en general es un campo que por suerte o por desgracia en Europa se intenta malrregular. El mero hecho de que dependamos de subvenciones te obliga a tener las cuentas muy justificadas. Pero especialmente en el entorno de la imagen real, de los rodajes, se dan los casos de las jornadas de 12 ó14 horas, de mucho machaque, casi por amor al arte. Al final sí podemos hablar de trabajar de condiciones un poco precarias en relación a lo que se trabajaría en un modo de negocio tradicional.