Entre 900 y mil contribuyentes de Zamora se verán beneficiados de la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones para familiares directos y parejas de hecho presentada por la Junta de Castilla y León, que acaban de presentar el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo. El ahorro estimado puede rondar los dos millones y medio de euros, según los cálculos realizados de acuerdo a la recaudación de años anteriores, ya que es imposible a priori conocer cuántas herencias y donaciones habrá en el futuro. Para sacar de dudas a los posibles afectados, la Junta ha elaborado una serie de casos prácticos.

Fernández Mañueco explicó que la merma de recaudación autonómica, 35 millones de euros, se verá compensada por una mayor creación de actividad, ya que la reforma planteada favorece la continuidad de los negocios familiares y posibilita la ayuda de la familia a jóvenes que se inician en actividades agrarias y empresariales. Negó que sea una reforma que beneficie a los ricos, y que afecta a toda la sociedad.

El presidente autonómico considera que el de sucesiones y donaciones es un impuesto injusto que provoca una tributación doble al transmitir una riqueza que ya ha pagado los impuestos.

Por su parte Fernández Carriedo puso varios ejemplos de donaciones de explotaciones agrarias, inmuebles para que los hijos monten negocios e incluso transferencias de vehículos de abuelos a nietos para demostrar que la reforma va a ser positiva.

La reforma debe ser aprobada por las Cortes y entrará en vigor cuando sea publicada en el Boletín Oficial, sin carácter retroactivo.