El árbol conocido como plátano de paseo o plátano de sombra, muy abundante en las calles y plazas de Zamora (es la especie que hay, por ejemplo, en Viriato) está ahora mismo en altos niveles de polinización lo que puede ser un problema para las personas sensibles a este tipo de polen. Según los datos de las estaciones de alerta de Castilla y León, en Zamora no hay otro tipo de polen en nivel alto, mientras que como moderado aparece el moral. El resto están en niveles bajos.

El plátano de sombra pertenece a la familia botánica Platanaceae, que tiene distintas especies. Es un árbol ornamental, profusamente cultivado, monoico (la misma planta tiene ambos sexos), caducifolio, de gran talla que puede alcanzar hasta 35 metros de altura, con tronco recto, alto y la corteza delgada que se desprende en placas. Las hojas largamente pecioladas, son palmadas con 3-5 lóbulos desiguales.

Las flores están dispuestas en inflorescencias esféricas largamente pedunculadas, terminales y colgantes.

La floración se extiende desde marzo a mayo en función del clima. La polinización es anemógama (es decir, los granos son transportados por el viento), corta e intensa. Es un polen de tamaño pequeño, su capacidad aerovagante es alta y sus concentraciones en la atmósfera pueden llegar a ser muy elevadas. Se considera que tiene una capacidad alergénica moderada, entre un 10% y un 50% de los pacientes pueden dar reacción positiva a extractos de polen. En niveles moderados se encuentra en moral, según la información que facilita la Junta de Castilla y León. Abril y mayo son los meses en los que suele aparecer este tipo de polen en provincias del norte peninsular como Zamora.

Sin embargo el principal polen de la provincia con incidencia en las alergias es el de gramíneas, que se encuentra aún en niveles moderados y no será hasta los meses de mayo y de junio cuando, en función de la climatología haga su aparición con mayor o menor intensidad. En realidad el polen de gramíneas puede estar presente prácticamente todo el año, aunque alcanza las mayores concentraciones desde finales de abril y durante los meses de mayo y junio, e incluso se puede alargar hasta primeros de julio.

A partir de mayo puede aparecer también la alergia al olivo, cada vez más frecuente por estos lares, debido a que se ha extendido mucho su plantación como árbol ornamental.

Pino, llantén, álamo, encina, roble o acedera son también especies que pueden hacer su aparición en forma de concentraciones altas de polen para los alérgicos.

Conjuntivitis, picor en los ojos, estornudos, congestión nasal y picor, irritabilidad, problemas respiratorios tales como tos o asma, dolor de cabeza, fatiga, pitidos en el pecho o sensación de arenilla en los ojos son síntomas habituales de los alérgicos al polen.