Recoge la madera en su Fuentes de Ropel natal y con esa materia prima de la tierra –a veces de manzano, en otras ocasiones de encina, según explica— Federico Osorio talla en Segovia, ciudad donde reside, sus originales obras, que se caracterizan por su mezcla entre abstracción y formas antropomórficas.

El zamorano regresa este fin de semana a una nueva edición de la feria de arte contemporáneo de Madrid Estampa, una de las más destacadas y reconocidas después de ARCO. A este encuentro artístico hay que ir de la mano de una galería y si su primera incursión fue en 2014, en esta ocasión lo hace con la galería Natalia Gomendio, junto con los artistas Joxan Iza y Julio Alonso Yanez. “Estoy muy agradecido de que hayan querido volver a apostar por mí y por mis esculturas en madera”, reconoce.

De sus obras de esta edición destaca la que ha titulado “Lamento”, donde el espectador puede descubrir el grito de una mujer entre la pieza de madera que surge de un tronco que encontró en su pueblo con un gran agujero. “Me recordó un poco a “El grito” de Munch, pero en escultura”, compara. Su obra lleva ese título porque representa una figura femenina lamentándose por los sinsabores de la vida. “Aunque la protagonista es una mujer, no lo hice queriendo representar nada relacionado con el feminismo, sino que esa situación es compatible en hombres y mujeres, lo que quería transmitir es la dureza de la vida y un lamento de lo complicado que a veces resulta vivir”, especifica el autor zamorano.

La obra “Lamento”, del zamorano, que se expone en Estampa 2021. | Cedida

Además de las piezas de madera, el zamorano también oferta algunas acuarelas llenas de color, ya que también está especializado en esta técnica, además del grabado. De hecho, Estampa tiene ese nombre porque nació como una feria de grabados, “pero ha ido creciendo poco a poco e innovando con otras obras, como performances o esculturas”, resume, valorando este crecimiento. “Se ha desarrollado hasta convertirse en una feria con criterio de calidad, donde cabe todo”, subraya.

Osorio es escultor, pintor y grabador. Graduado en Artes Plásticas y Oficios Artísticos en la especialidad técnicas de volumen, amplió sus conocimientos en el Taller Municipal de Grabado Calcográfico de Valladolid y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En Segovia, se dedica a la restauración de obras en papel y grabados.

Desde sus primeras exposiciones la experimentación desde las técnicas tradicionales juega un papel importante en su obra, alejándose de influencias y condicionantes comerciales. “Concibe su creación como una actividad espiritual. Le atrae la mística en todas sus vertientes. Esta forma de abordar el arte y la vida le impulsa a decantarse por el amplio y variado intervalo que caracteriza a las tendencias abstractas”, se destaca en su presentación para la feria madrileña. “Destaca la pluralidad de lenguajes plásticos en los que se expresa, poniendo de relieve la libertad que le proporciona el trazo, la potencialidad de la mancha, la fuerza del color y el juego de las marcadas simetrías y disimetrías de sus composiciones”, se describe.

Stand en la Feria Estampa del artista zamorano Federico Osorio Cedida

Hasta mañana domingo estará el artista zamorano en su stand de la feria madrileña, de la que espera, aparte de poder vender alguna de sus piezas, conseguir un poco de visibilidad en el mercado del arte. “Es muy importante estar en este tipo de ferias”, asegura, aportando su visión personal del arte en la actualidad. “Ahora mismo no se puede hablar de arte bueno o malo, todo tiene cabida y su público. Lo único que hace que un artista se diferencie de otro compañero es la visibilidad. Un artista llega a ser conocido porque sabe moverse, expone en varios lugares... Así que considero que, en definitiva, el arte no es bueno ni malo, sino visible o invisible”, sentencia.