Familiares de los octogenarios que acudían ayer tarde al hospital Virgen de la Concha para ponerse las vacunas del coronavirus de Pfizer y Moderna denunciaban largas demoras y aglomeraciones que se alejan mucho de las más mínimas medidas de distancia social que convienen para prevenir el coronavirus. “He ido este mediodía a vacunar a mi padre, y estaban 50 abuelos en un espacio reducido. Era un verdadero descontrol. Yo tenía hora a las 15.30 en la zona de las consultas externas y dentro no había nadie. A las cuatro menos veinte salen para decir que no había vacunas. Cuando empezaron a vacunar ya fue todo más rápido” comentaba la familiar de una paciente. Pero durante el tiempo de espera se sucedieron las aglomeraciones y los nervios. “Había gente que estaba citada para la una y media y no les empezaron a vacunar hasta pasadas las tres y media”. Las fuentes consultadas por este diario matizaron que las citas que se dan en el Virgen de la Concha se hacen por teléfono y personalmente, con lo cual cada usuario conoce su hora. Las vacunas se ponen a partir de las tres de la tarde, que es cuando la zona de consultas externas no está ocupada, por lo que a nadie se le cita a la una y no es cierto que no haya dosis para poner. Otra cosa es que la gente vaya mucho antes de la hora, que suele ser habitual, lo que si puede producir más aglomeraciones de la cuenta a primera hora. La razón de vacunar en el hospital fue apoyar a los centros de salud sobre todo para usuarios de las mutuas y agilizar así la vacunación en Zamora. Otra circunstancia habitual es que cada usuario vaya con acompañante, lo que produce una mayor ocupación de los espacios disponibles.