El sector de la construcción sufrió un auténtico descalabro en la provincia de Zamora durante el año 2020, ejercicio marcado por la pandemia del coronavirus. Así se desprende al cotejar los datos de visados de dirección de obra en los últimos dos cursos, donde se aprecia una reducción del 35% de las operaciones realizadas. Con tan solo 132 visados en el último año, la patronal ha puesto sus esperanzas en este 2021 y en los Fondos de Nueva Generación de la Unión Europea, de los que se espera que se produzca un reparto equitativo y llegue a las pequeñas empresas de cara a un crecimiento y recuperación de la actividad.

Pese a que el parón obligado durante el primer confinamiento de 2020 fue solo de quince días, la construcción ha notado el descenso de la actividad de una manera importante debido al frenazo en seco de toda la economía tras la irrupción del coronavirus. El presidente de la Confederación Castellana y Leonesa de la Construcción, Javier Vega, ha reconocido que el curso anterior fue un año “difícil” que recordó a un pasado no tan lejano en el que se suspendió por completo la promoción de viviendas. De hecho, el ladrillo está pagando ya la factura de la pandemia, a juzgar por los datos de visados de obras ofrecidos por el Ministerio de Agenda Urbana.

El presidente de la patronal, no obstante, ha valorado la capacidad del sector para adaptarse a las circunstancias complicadas. “Ser un sector profesionalizado y muy bien organizado ha contribuido, sin duda, a reducir el impacto”, ha señalado. No obstante, tal y como explica el propio Vega, este 2021 “no está dando motivos para la alegría”, como así demuestran las cifras de venta de viviendas y constitución de hipotecas de los primeros meses del curso.

El sector de la construcción, no obstante, confía en que la situación cambié a medida que vayan avanzando las semanas y se conozca el reparto de los fondos europeos para la recuperación. “Los mecanismos puestos en marcha por Europa deben ser adecuados y suficientes para mantener la actividad y el empleo; este es ahora uno de nuestros retos, así como aprovechar la clara apuesta de las instituciones comunitarias por la rehabilitación”, ha añadido.

La situación no deja de ser complicada y los números así lo demuestran. De hecho, se calcula que la crisis del coronavirus ha supuesto un retroceso de dos años en la recuperación del ladrillo a nivel regional. Dentro de la comunidad autónoma, la provincia de Zamora es la que más ha acusado esta situación, con un descenso de los visados de obra de hasta un 35%, por el 20% registrado en Castilla y León, donde ocho de las nueve provincias registraron caídas en el número de permisos para la construcción de viviendas, con Palencia como única excepción.

Así, el análisis por provincias revela el descalabro de Zamora, con una caída del 35% hasta los 132 visados; seguida de Segovia, con un 30,9% menos y 302, y Burgos, con un 30,4% menos, hasta los 737. También fueron elevadas las caídas en Ávila, con un 25,7% menos y 165; Valladolid, con un 21,2% hasta los 1.210; Salamanca, con un 18,8% menos; León, con un 8,5% menos, hasta los 635; y Soria, con un 8,3% menos, hasta los 243 en conjunto.

Ante estos datos, la patronal de la construcción de Castilla y León ha pedido “estabilidad normativa, económica y social, así como evitar en lo posible los sobresaltos”. Tal y como ha apuntado Javier Vega, lo que necesita el sector en estos momentos es que “todos, de una vez por todas, nos pongamos a trabajar en la misma dirección y no malgastar energías en conflictos artificiales e inútiles”. Además, ha defendido la necesidad de contar con seguridad jurídica “en todo el conjunto de las normas” y también la “dignificación y profesionalización del sector” dadas las recientes exigencias que se le imponen.