El salmón es uno de los pescados más agradecidos a la hora de entrar a la cocina. Un pez que pasa de los mares fríos a los ríos, donde realiza la puesta de los huevos y el lugar en el que permanecerán los alevines antes de regresar de nuevo al mar para cumplir el ciclo.

Su vida, no obstante, también es plena cuando llega al plato. Se puede cocinar al horno, a la plancha, cabe la posibilidad de ahumarlo y la variedad de propuestas que permite es casi infinita. Con apenas una vuelta en la sartén y unas hierbas es una delicia. Lo mismo al horno, con una patata panadera. Y es el ingrediente perfecto para una tabla de canapés sofisticados. El salmón, además, es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico.