Ser joven en Zamora y buscar la independencia es misión imposible. La burbuja de la vivienda y la precariedad de los salarios han convertido en prohibitiva una emancipación que debería ser un derecho. A día de hoy, si una persona de 16 a 29 años quiere abandonar el hogar familiar, deberá destinar al alquiler un 46% de su sueldo. Mención aparte merece la firma de una hipoteca, que se ha convertido en una quimera al sobrepasar el umbral del 30% de endeudamiento máximo con el que trabajan los bancos. Actualmente, de manera concreta, esa cifra asciende hasta el 32%. La crisis del coronavirus no ha hecho sino agrandar una brecha en la que los jóvenes son los grandes perjudicados. De hecho, el panorama socioeconómico es dantesco después de la irrupción del COVID, como así demuestran todos los indicadores.

Los datos mencionados figuran en el Observatorio de la Emancipación correspondiente al primer semestre del 2020. Un documento elaborado por los Consejos de la Juventud de Castilla y León y España que hace un recorrido por la situación vital de la situación de 16 a 29 años. Tras los números, se esconde una dureza del mercado con los más jóvenes que hace casi imposible el acceso a una vivienda, obligando así a permanecer en la vivienda familiar hasta bien entrada la treintena. De hecho, las cifras hablan por sí mismas: durante los primeros seis meses del pasado ejercicio, tan solo un 15% de los jóvenes había conseguido salir del hogar de los padres.

El informe elaborado por el Observatorio de la Emancipación demuestra cómo la forma más habitual que tienen los jóvenes zamoranos de abandonar la casa familiar es a través de un alquiler, herramienta que utiliza el 55%. Quienes poseen hipotecas representan tan solo el 19% del total. Y no es de extrañar. Según el Consejo de la Juventud, sería necesario percibir unos ingresos de 11.661 euros anuales para poder acceder a este préstamo. Eso son menos de mil euros al mes. Pero la realidad está muy lejos de esos salarios.

La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, ha señalado que estas cifras ponen negro sobre blanco “cómo se trata de problemas estructurales que se han visto agravados por la pandemia, situando a las personas jóvenes en una situación aún más vulnerable”. De hecho, las conclusiones del informe explican que “las personas jóvenes son las que han experimentado la crisis con mayor intensidad, como así se refleja en la tasa de paro juvenil, la caída de la tasa de actividad y la caída de la tasa de empleo”, que se han cebado preocupantemente con este colectivo.

Es complicado sacar un dato bueno de este informe. De hecho, tan solo se puede rescatar el dato menos malo. Y ese es que, durante los últimos tres años, Castilla y León ha presentado una caída sostenida de la tasa de emancipación en la población de entre 16 y 29 años, con niveles por debajo de la media española. En comparación con el segundo trimestre de 2019, la tasa de emancipación registrada un año después se mantenía en niveles parecidos. A mitad de 2019, el 15,4% de la población joven había logrado salir del hogar familiar y, en el segundo trimestre de 2020, lo hizo el 15,5%, desmarcándose de la pauta general del resto de comunidades autónomas, donde se produjo de manera generalizada un fuerte descenso de la emancipación en la población menor de 30 años.

Ante esta situación, desde el Consejo de la Juventud de Castilla y León han pedido a las administraciones públicas que presten atención a la precaria situación de los jóvenes. “De cara a este 2021, es fundamental que las administraciones públicas y otras entidades tengan en consideración las necesidades de la juventud a la hora de plantear medidas para la recuperación ante la crisis del coronavirus”, ha señalado Ámez. “No podemos ser otra vez el colectivo que se queda a la cola de la recuperación, sino que se tiene que poner el foco y el objetivo en la juventud de nuestra comunidad, planteando medidas y acciones que realmente frenen el paro juvenil y la inestabilidad económica a la que nos enfrentamos”, ha añadido. “Apostar por políticas de empleo juvenil significa apostar por la juventud de la comunidad y, por consiguiente, frenar el éxodo de talentos de nuestra comunidad”, ha detallado la presidenta del órgano que ha dado a conocer la situación de los jóvenes de la comunidad.