La suspensión de la vacunación con AstraZeneca se produjo justo el día en que iba a empezar la campaña entre el profesorado de la provincia y las noticias sobre los posibles riesgos, unido a las dudas sobre si valían o no para mayores de 55 años y el caso de un profesor que falleció tras ponerse la dosis, aunque luego se descartó relación con el medicamento han podido ser los factores por los cuales un 20% de los profesores de Zamora no se han puesto la inyección.
Un porcentaje muy llamativo que ha sorprendido incluso a los propios docentes, según los consultados por este diario y el propio presidente de la Junta de Personal, Ramón Domínguez, quien conoce de algunas negativas, sobre todo por miedo a los efectos secundarios, pero no de tal calado.
“En otras provincias ya habían comenzado pero aquí, cuando iban a empezar en Benavente fue justo cuando se paralizó la administración de dosis de AstraZeneca”, explica el presidente de la Junta de Personal, partidario de “no criminalizar a quienes no se hayan puesto las vacunas” por miedo a los efectos secundarios, por padecer algún tipo de problema de salud que lo impida o incluso por haber pasado la enfermedad en los seis meses anteriores.
Incluso cree que la administración también le interesa que esté el mayor número de personas posibles vacunadas, por lo que tarde o temprano tendrá que haber una “repesca” para los profesores que en esta primera vuelta no se hayan vacunado. Domínguez reclama también que se dote de mascarillas FFP2 a los docentes, ya que se dan a cuentagotas y otras mejoras como los medidores de CO2 que también llegan, pero con escasas unidades.
