Al menos, “un 60 o un 70%” de los establecimientos hoteleros de la provincia permanecerán cerrados durante toda la Semana Santa, también en los días que solían ser de mayor afluencia, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Así lo aseguró, en declaraciones a este medio, el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros (Azehos), Óscar Somoza, que reconoció que muchos negocios han optado por mantener sus puertas cerradas para limitar las pérdidas, en un contexto de pandemia y de cierre perimetral que actúa como elemento disuasorio del turismo.

Somoza explicó que el sector “da por perdida” la Semana Santa, ante la dependencia que tiene la provincia de los visitantes que vienen de Madrid. “No vamos a potenciar los trucos para que puedan acudir; no estamos en eso”, advirtió el presidente de Azehos, que rechazó la opción de que algunos turistas se pudieran saltar los cierres perimetrales para poder disfrutar de algunos días libres en los establecimientos zamoranos.

El representante zamorano incidió en su respeto a las normas, aunque sí se mostró descontento con las dudas que despertó en la población el amago sobre un adelanto de los cierres de las actividades no esenciales. Hay que recordar que, el pasado miércoles, antes de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, diversas informaciones apuntaron que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se había puesto en contacto con algunas comunidades autónomas para tantear la posibilidad de anticipar esos cierres a las ocho de la tarde, en aras de proteger más a la población.

Finalmente, esa opción no se concretó en la reunión, pero la incertidumbre provocó una cascada de anulaciones para los días de Semana Santa, según afirmó Somoza, que sufrió esta circunstancia en sus propios negocios. Su experiencia particular dicta que, posteriormente, muchas de las reservas volvieron a activarse, pero el representante de Azehos sí dejó patente que estas cuestiones no ayudan a un sector ya muy dañado.

Un camarero atiende una terraza de Zamora. | Jose Luis Fernández

En esas están los establecimientos que han optado por abrir, pocos según las cifras que maneja Somoza, que además opina que los números están maquillados por los paradores, que sí permanecen abiertos, a pesar de que las ocupaciones distan mucho de las de otras semanas de Pasión.

Los establecimientos hoteleros ya padecen la segunda Semana Santa sin las pernoctaciones habituales; la de 2020, a cero; esta, prácticamente igual. En este escenario, Somoza reconoció que las restricciones les están “machacando”, aunque también mostró su confianza en que, a medida que pasen los meses, las autoridades se convenzan de que los hoteles y los bares no son el problema.

En ese sentido, Somoza deslizó que “a lo mejor tiene razón Madrid”, más proclive a permitir la apertura de la hostelería y a atraer viajeros. “Estuve allí hace poco y me dio envidia; es un lujo”, aseveró el responsable de Azehos, que dejó patente la necesidad de recuperar cuanto antes la normalidad.

La hostelería intentó forzar una apertura hasta las once de la noche

La hostelería de Castilla y León intentó forzar una apertura hasta las once de la noche durante la Semana Santa, y ampliar así el margen para sus negocios al mismo nivel que otros puntos de España. Hay que recordar que el toque de queda plantea un cierto margen, pero el Gobierno de la Junta siempre se ha mostrado entre los más prudentes, por lo que los establecimientos de Zamora y de las otras ocho provincias tendrán que cerrar a las diez, a la hora en la que los ciudadanos también deben regresar a sus casas.

En ese sentido, el presidente de Azehos, Óscar Somoza, lamentó que la noticia de que el cierre podría haberse adelantado a las ocho provoca que el mantenimiento de esta medida a las diez se vea como un mal menor, pero para el representante de la hostelería se trata de “una victoria pírrica”.

En todo caso, Somoza sí reconoció que algunos de los negocios que están abiertos sí están funcionando “más o menos bien en algunas horas”, una circunstancia que se habría visto muy dificultada en el caso de que el Gobierno y las comunidades autónomas finalmente hubieran optado por el cierre a las ocho.

Sea como fuere, Somoza aseguró que todos los negocios viven “con la incertidumbre del día a día”, sabedores de que, como ha reconocido algún dirigente de la Junta en los últimos días, las restricciones pueden cambiar en cualquier momento, siempre en función de la incidencia del virus.

Las contrataciones del sector se derrumban tras el verano

El sector de la hostelería expresó su pesimismo después de que la contratación en Zamora se haya desplomado un 89,1% desde julio, un descenso 13,7 puntos porcentuales más pronunciado que la media nacional (-75,4%), según recoge un informe sobre las previsiones de recuperación realizado por la empresa Randstad Research.

En Castilla y León en general ha bajado un 85%, y se han dejado de firmar 10.134 contratos en hostelería desde verano, una caída 9,4 puntos más pronunciada que la media nacional, señala el informe con encuestas a 900 empresas del sector. A nivel provincial, los mayores descensos en la contratación en hostelería se han producido en Segovia (-90,8%) y Soria (-89,9%).

Te puede interesar:

En España, se destaca que desde julio el número de contratos firmados en hostelería ha caído un 75,4%. Así, desde este mes, techo de la contratación en el sector tras la irrupción de la pandemia, se han dejado de firmar 176.182 contratos, pasando de los 233.752 a los 57.570.

Esto significa que, desde verano, se han dejado de firmar 10.134 contratos en hostelería en la comunidad, pasando de 11.944 a los 1.810 actuales. Así se explica que, “hoy por hoy”, Castilla y León supone el 3,1% de todos los contratos del país que se firmaron en el sector, unos datos muy negativos para la comunidad autónoma.