Acababa de divorciarse, tras unos meses de convivencia, cuando el entorno familiar y de amistad de la mujer comenzó a recibir fotografías íntimas de ella, en las que aparecía desnuda, a través de los mensajes privados de Facebook. El procesado, de iniciales D.G.R., no solo mandaba las instantáneas al círculo más cercano de la que había sido su esposa, sino que además incluía un mensaje en el que decía que era prostituta y que había estado implicada en algún robo, según consta en las diligencias judiciales. El Juzgado de lo Penal de Zamora le ha condenado ahora a una multa de 1.620 euros por los delitos de revelación de secretos e intromisión en la intimidad.

Aviso de la hija

La perjudicada supo lo que estaba ocurriendo en mayo de 2019, cuando su propia hija la puso sobre aviso después de que el procesado le hubiera mandado alguna de esas imágenes. La víctima decidió interponer una denuncia contra su exmarido, con el que había estado conviviendo como pareja hasta poco antes de que este comenzara a hacer circular las fotografías. El imputado defendió su inocencia a lo largo la investigación policial y la instrucción judicial, en las que sostuvo en todo momento que las fotografías las había encontrado publicadas en el perfil de las redes sociales de su exesposa, donde ella misma las había colgado, por lo que no era responsable de su difusión.

Finalmente, el procesado admitió ante la magistrada de lo Penal haber utilizado las fotos sin consentimiento de la protagonista, actitud que le sirvió como atenuante para que la Fiscalía accediera a dejar la petición de la pena en una multa con la que estuvo de acuerdo también la denunciante. Por ello, la juez le pudo aplicar las atenuantes de arrepentimiento y reconocimiento de los hechos por los que fue procesado. El imputado llegó al acuerdo con la Fiscalía y la abogada de la acusación minutos antes de que comenzara la vista oral en el Juzgado y tras una negociación un tanto costosa que estuvo a punto de no prosperar.