El Gobierno y las comunidades autónomas decidieron este miércoles, en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, mantener el documento de restricciones para Semana Santa y no aplicar ninguna nueva medida sobre los horarios del toque de queda ni del cierre de actividad no esencial, a pesar de que algunos gobiernos regionales, como el de Castilla y León, habían expresado su predisposición a adoptar esa medida restrictiva.

De hecho, a lo largo de todo el miércoles, distintas informaciones aseguraban que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se habría puesto en contacto con algunos consejeros de Salud de distintas comunidades autónomas para sondear la posibilidad de adelantar dos horas el cierre de la actividad esencial desde este viernes y hasta el final de la Semana Santa, una posibilidad que ponía en jaque al ya dañado sector de la hostelería.

Sea como fuere, finalmente, en el Consejo Interterritorial no se acordó incluir ninguna nueva medida en referencia a los horarios. Tampoco en lo que tiene que ver con el toque de queda, que se mantendrá a las diez de la noche en Zamora y en el resto de la comunidad autónoma, y que tendrá un tope fijado a las once en el resto de España, con un cierto margen de decisión por parte de las regiones.

En todo caso, los gobiernos autonómicos podrán optar por endurecer las medidas “de mínimos” acordadas a nivel estatal para las dos próximas semanas, según aclaró la ministra de Sanidad, Carolina Darias. La Junta no se pronunció este miércoles sobre este asunto, aunque sí resulta bastante evidente que el Gobierno encabezado por Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea tiende más a extremar las precauciones que a abrir la mano con la ciudadanía.

No en vano, el propio vicepresidente Igea comentó desde sus redes sociales, antes del Interterritorial, que el cierre de la actividad no esencial sería “una medida eficaz”. “Lo primero es evitar la cuarta ola y salvar vidas, no haremos política con esto”, resaltó Igea.

Ya después de la citada reunión, la ministra Darias indicó que los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y las comunidades del pasado 10 de marzo fueron muy contundentes en relación a la movilidad y los contactos sociales, en un contexto en el que la incidencia del COVID tendía a la baja en casi todo el territorio. Hoy, ese descenso se ha detenido en una buena parte del territorio nacional, lo que obliga a las autoridades a permanecer atentas para “frenar esa tendencia”.

Es cierto que, en el caso concreto de Zamora, este incremento de la incidencia apenas se está percibiendo. La tranquilidad es la tónica dominante en la provincia, que presenta los mejores datos de Castilla y León en la última semana, más allá de que anteayer registrara una cifra más elevada de lo normal, con 17 positivos.

De cualquier forma, tras una jornada en la que prácticamente se dio por hecho el endurecimiento de las restricciones horarias, el acuerdo queda por ahora como estaba, a la espera de que Castilla y León confirme su postura.

La Junta pide que los actos de Pasión no se conviertan en reuniones “masivas”

La Junta recomendó este miércoles a sus ciudadanos que las celebraciones religiosas de la Semana Santa no se conviertan en “actos masivos” y recalcó que los actos solo podrán celebrarse en recintos acotados y siempre usando la mascarilla.

Además, la administración autonómica recordó la prohibición de celebrar procesiones. Así apareció reflejado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicado este miércoles con el acuerdo de la Junta sobre medidas preventivas y recomendaciones específicas durante la Semana Santa, en el que se establece que no podrán celebrarse eventos de cualquier índole que impliquen aglomeración o concentración de personas.

No obstante, se permitirá la celebración de actos religiosos de Semana Santa siempre que cuenten con la autorización prevista, aunque sólo podrán hacerse en recintos acotados en los que las imágenes permanezcan estáticas, estableciendo por diferentes lugares la entrada y salida del público. Además, no se podrá superar un tercio del aforo, y deberá garantizarse, en todo caso, la distancia mínima interpersonal de, al menos, 1,5 metros y el uso de mascarilla.

El texto también estableció que no se podrán consumir alimentos ni bebidas, ni realizar cualquier otra actividad que ocasione la retirada de la mascarilla por parte del público durante estos eventos, así como en su acceso o salida.

Por otro lado, se indicó que en todo tipo de celebraciones, tanto religiosas como civiles, no se permitirán las muestras físicas de devoción o tradición (besos, contacto sobre imágenes, esculturas, etc.) sustituyéndolas por otras que no conlleven riesgo sanitario.

A su vez, la Junta recordó que la celebración de eventos religiosos no será óbice para el cumplimiento del toque de queda, por lo que se recomienda ofrecer como alternativa servicios telemáticos o por televisión. Por otra parte, el Gobierno autonómico recomendó extremar la diligencia en la observancia de las medidas generales de prevención, en particular el uso de mascarilla, el lavado de manos frecuente, el respeto a la distancia física de seguridad interpersonal, maximizar la ventilación de espacios cerrados, minimizar el número de contactos y permanecer en el domicilio en caso de tener síntomas de la enfermedad.

ÚLTIMA HORA SOBRE LAS RESTRICCIONES EN ZAMORA