Tras un año en el que han estado prácticamente parados, los feriantes regresan a la ciudad, siempre en su fecha habitual de instalarse unos quince días antes de Semana Santa, con el objetivo de normalizar lo más posible esta nueva situación. Por eso, el solar ubicado junto al Campo de la Verdad —lugar elegido para la feria desde el pasado año, tras varias ediciones en la Aldehuela— se ha adaptado a las nuevas circunstancias. Para empezar, la organización ha restringido el aforo de público, que no podrá superar las 750 personas. Para ello, dos vigilantes a la entrada se encargan de contabilizar las pandillas de jóvenes, familias y parejas que acceden al recinto. “Seguramente se complete el cupo los fines de semana”, confía uno de los feriantes, que aspira a que este año la gente se acerque. “En un año no hemos tenido ganancias, pero sí gastos, queremos que Zamora se convierta en ejemplo de que se pueden hacer las cosas bien, para que más ciudades se animen”, aspira.

Una niña con mascarilla disfruta de la atracción del Gusano Loco, con la mascarilla puesta. | | NICO RODRÍGUEZ

Y es que muchos aspectos han cambiado en esta nueva edición de la feria, más allá de la habitual banda sonora de los caballitos. Ahora la tecno rumba de Camela deja paso cada vez más al reguetón y trap de C. Tangana y compañía. Los jóvenes agradecen este cambio de ritmo, como también aplauden la llegada de la feria en la ciudad. “Ya tenemos otro sitio al que venir, porque a veces no hay mucho donde elegir”, reconocen. Estos próximos fines de semana muchos dejarán el centro de la ciudad por la zona junto al puente nuevo. “Aun así, seguimos sin poder disfrutar mucho, con el toque de queda”, critican.

Una taquilla, con las normas sanitarias. Nico Rodríguez

Los feriantes se han tomado muy en serio las medidas sanitarias, “porque queremos que esto funcione, es nuestro negocio”, argumentan. Así, cada atracción está vallada para que no se pueda acercar la gente, todas cuentan con carteles explicativos y con gel hidroalcohólico para que los clientes —grandes y pequeños— se limpien las manos antes de subir a disfrutar del viaje. Con cada parada, además, se encargan de limpiar ellos mismos para los siguientes. “La limpieza es esencial y por eso nos hemos adaptado para poder empezar, porque no podemos permitirnos estar parados un año más en casa”, señala. Calcula que hay incluso más atracciones que otros años. “Los que han fallado más son los de las casetas de rifas y juegos, esos no se han animado”, lamenta.

Las indicaciones de la entrada al recinto. Nico Rodríguez

Los que sí parecen animarse son las familias con niños. “Les explico bien que no pueden tocarse ojos ni boca mientras están en la atracción y luego se desinfectan las manos. Si lo piensas, esto es como estar en el parque, hay que tener cuidado, pero dejándoles que disfruten”, considera una madre. Con la colaboración de todos, se podrá mantener la feria hasta el 15 de mayo, fecha prevista para su adiós a la ciudad.