No se trata solo de difundir el papel de mujeres que dejaron su rastro en la historia de la capital, como pudieron ser Doña Urraca, Ursicina Martínez Gallego, Delhy Tejero, Amparo Barayón o Fili Chillón. La Ruta “Zamora en femenino” saca del anonimato a tantas mujeres que han sufrido la marginación tanto en la sociedad zamorana, como en el seno de sus propias familias, a pesar de ser motor de la economía y de la cultura local.
Bajo la batuta de las guías profesionales, con el recorrido por algunos espacios de la ciudad, como la Plaza Mayor, los zamoranos podrán descubrir el papel relevante de aquellas panaderas que trabajaban bajo los soportales de lo que hoy es sede del Ayuntamiento de Zamora; o de las vendedoras del Mercado de Abastos. Todas “formaban parte de la actividad económica de la ciudad”, recalcaba la edil de Igualdad, Carmen Álvarez, acompañada por la responsable de Seguridad Ciudadana, Concha Rosales, y del de Turismo, Christoph Strieder.
La ruta se detiene también en la plaza de Viriato, donde se ubicó el antiguo hospicio de la capital en la actual Diputación Provincial. Allí, las familias obligaban, hasta bien entrado el siglo XX, a dejar a los hijos que habían tenido fuera del matrimonio y para evitar así la “deshonra” para los suyos, recordó la guía al grupo que inauguró ayer la ruta. Se trata de “un paseo didáctico para visibilizar el papel de la mujer, casi siempre anónimo porque no somos sujetos de la historia, parece que no hemos existido”, abundaba Carmen Álvarez.
El camino comenzó en el espacio dedicado en los jardines de Eduardo Barrón a Ursicina Martínez Gallego, nacida en 1906, la primera mujer que dirigió la Biblioteca Pública en Zamora, profesora de latín en el instituto Claudio Moyano y fundadora del de Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo. Y frente a la escultura de La Maternidad de Baltasar Lobo, en la plaza de Zorrilla, la guía se detuvo en la figura de la que fuera mujer del artista zamorano, la anarquista y feminista Mercedes Comaposada Guillén, cofundadora de la organización Mujeres Libres, creada en 1936; para pasar por el convento de clausura del Tránsito y recordar a esas otras mujeres, nobles en otras épocas, recluidas y bajo el control de la Iglesia. El punto final fue el mirador del Troncoso para poner en valor poetisas, artistas y escritoras, desde las referencias de Fili Chillón y Delhy Tejero.
