No tiene un año de vida y ya ha formado una gran familia de más de 20.000 zamoranos. Desde su nacimiento hace casi once meses, el grupo de Facebook “Somos Zamora – Ayudemos a Zamora y a los zamoranos” es el centro de todas las miradas, conversaciones y recomendaciones.

“¿Tengo que ir al dentista, me recomendáis alguna clínica? “Regalo un microondas a quien lo necesite”. “Se me ha estropeado la nevera, ¿algún técnico en la sala?”. “Se me ha perdido la gata, ¿me ayudáis a buscarla?”. “Se necesita ayudante de cocina, ¿conocéis a alguien?”. “Mirad qué bonito está el río hoy”. “Estoy pasando un momento difícil y necesito un trabajo, si alguien puede echarme una mano, lo agradecería mucho”. “He encontrado en el suelo una cartilla con bastante dinero, la he entregado en este estanco, espero que llegue a su dueño”. “Busco habitación en la zona del Campus”.

Estas son solo algunas de las últimas publicaciones (hay más de un centenar diarias) de un espacio lleno de gratitud, respeto y sobre todo de amor por Zamora. Pero, ¿de quién fue la idea? De una portuguesa.

Los creadores del grupo de Facebook 'Somos Zamora - Ayudemos a Zamora y a los zamoranos' en la redacción de La Opinión-El Correo de Zamora. Emilio Fraile

Después de un mes de confinamiento provocado por una pandemia global, la noche del 29 de abril de 2020 Vânia Nancabu cogió su móvil y, sentada en su sofá, decidió crear el grupo “Ayudar a Zamora y a los zamoranos”. Por aquellas fechas, los zamoranos vivían pegados al móvil. El estallido de la pandemia no solo disparó el consumo de internet ante una crisis sin precedentes, sino que también agudizó la incertidumbre vital hasta unos niveles difíciles de gestionar.

“Tenía unos amigos que lo estaban pasando realmente mal, estaban entrando en una depresión, no sabían qué hacer con su vida a nivel laboral y me costaba verlos en esa situación, por eso creé el grupo”, explica Vânia, quien se inspiró en un grupo portugués parecido e “importó” la idea al otro lado de La Raya.

Esta profesora lusa de 42 años tan solo invitó a ocho personas. Pero, “segundos a segundos”, vio cómo el grupo creció hasta el millar de usuarios y solo en la cuarentena alcanzó los 10.000 miembros. “Yo estaba asustadísima”, confiesa. “Pensé que sería un grupo de un número limitado de personas que se ayudarían entre sí, nunca imaginé que de repente fuéramos millares”. Quizá, como ella misma reconoce, una de las claves del éxito de la iniciativa residió en su nacionalidad extranjera. “Yo no conocía ni el 90% de los negocios”.

Vânia Nancabu, Manuel Vara y Mónica Domínguez son los administradores del popular grupo

Su objetivo era resolver cuestiones del día a día de los zamoranos, y vaya si lo ha conseguido. El grupo se ha convertido en las Páginas Amarillas de una provincia donde poder encontrar al instante desde gel ultrasonidos hasta chichoneras de cuna.

Mónica Domínguez, profesora de 43 años, fue una de las primeras en prestar ayuda a Vânia con la gestión del grupo igual que Manuel Vara, profesional de seguridad de 50. Ellos tres son los administradores, junto a las moderadoras Edurne Fernández y Sandra Iglesias, de una comunidad de casi 21.000 miembros.

“Antes se revisaba cada publicación, pero ahora es imposible”, reconoce Mónica, una de las encargadas en aceptar las solicitudes, clasificar los negocios por álbumes o moderar los comentarios para que reine la educación.

El 65% de los miembros son mujeres y el grupo de edad mayoritario es el comprendido entre los 35 y los 44 años

Al estilo de “ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos” que diría Ray Kroc, los administradores insisten: “No es nuestro grupo, es de todos”. De aquí y de más allá. Y es que, según las estadísticas, la mayoría de los 20.800 miembros del grupo vive en España —la inmensa mayoría de Zamora—, pero también forman parte de él los “exiliados” a Madrid, Valladolid, Salamanca, Barcelona, León o Bilbao. E incluso más lejos. La comunidad cuenta con residentes de Portugal, México, Colombia, Reino Unido, Argentina, Alemania, Francia, Venezuela y Cuba con raíces zamoranas que no dejan de añorar y querer lo mejor para su tierra. Siguiendo con los datos, el 65% de los miembros son mujeres frente al 35% hombres, y los grupos edad mayoritarios son los comprendidos entre los 35 y los 44 años de edad, seguido de los de 45-54 y los de entre 25-34.

“La gente piensa que ganamos dinero con esto, pero solo ganamos en amistad”, cuenta Manuel, quien tilda de “incalculable” el tiempo que cada día dedican a este bonito proyecto “marca Zamora”. “Siempre nos tratamos como si fuéramos los peores, pero con esto vemos que en Zamora hay muchísima gente buena y pesimistas solo hay cuatro”, destaca.

"Tenemos que vivir en sociedad: si la gente no se ayuda unos a los otros, no va a lograr todo lo que podría"

En el grupo no solo se pide (y se encuentra) recomendación por todo, sino que también cada día pequeños productores y empresarios locales visibilizan sus negocios en el escaparate virtual que les brinda una página llena de vida. Siempre hay alguien que da los buenos días, Carmina y otros muchos aficionados a la fotografía regalan la vista a todos los usuarios con sus preciosas imágenes de los más bellos rincones de Zamora, Pedro-Jesús desea un feliz descanso cada noche y, mientras tanto, otros proponen retos visuales, adivinanzas y hasta concursos de decoración navideña. Además, todos se esfuerzan en promocionar las bondades turísticas de la provincia, desde la cascada de las Pilas a los molinos de Torregamones. La actividad no para.

Tampoco faltan mensajes como los de Estrella, lejos de su “Zamora querida”, en agradecimiento a los creadores y miembros de un grupo que hace justicia a su nombre y a su esencia: “Todas las tardes cruzo algún puente, me doy una vuelta cerca del río, contemplo cómo está de bonita la Catedral y me vuelvo un poco más reconfortada a mis tareas. Gracias por ayudarnos, a los que no estamos ahí, a pasear por las calles y rincones que amamos, y a sentirnos un poquito más cerca de casa”.

Como reflexionan sus creadores, las quejas y las críticas no llevan a ninguna parte y, al final, uno se da cuenta de que “aportar es lo único importante”, en palabras de Mónica y Manuel. “Mientras no haya dinero ni política de por medio, vamos a seguir dando lo mejor, las ganas no nos faltan. Y si algún día se acaba, habrá merecido la pena”, expresan. “Pero lo que realmente me gustaría es que la gente entendiera que tenemos que vivir en sociedad: si la gente no se ayuda unos a los otros, no va a lograr todo lo que podría”, concluye Vânia, la alma mater portuguesa de grupo que Zamora no deja de agradecer.