Los caballitos regresan a Zamora. Los trabajadores comenzaron a montar las atracciones este fin de semana en la parcela escogida para la ocasión, de nuevo la ubicada al pie del Puente de los Poetas, donde ya se situaron en marzo de 2020. En aquella ocasión, la lluvia anegó el entorno y dejó impracticable la zona en los primeros días. Luego, cuando el tiempo ofreció un respiro, el confinamiento forzó la retirada de los profesionales, que han vivido un año muy complejo desde entonces.

Así lo relató este domingo uno de los hombres que ha sufrido en sus carnes el impacto económico de la pandemia, Emilio Fernández. Este trabajador, procedente de Peñaranda de Bracamonte, reconoció la ausencia de dinero en el bolsillo tras meses de inactividad, y mostró su deseo de que los contagios y los brotes den un respiro a las ferias para que la actividad y la confianza se recuperen. De la mano de ellas regresarán los euros.

Los trabajadores de la feria, en uno de los camiones. | Jose Luis Fernández

Algunas de las familiares de Fernández, que acuden los fines de semana a las ferias para echar un cable a sus padres, subrayaron que muchos trabajadores llevan un año sin actividad. Para estas personas, Zamora fue la última plaza antes del estallido de la pandemia; ahora, la ciudad se convertirá también en la primera de 2021.

La idea de los profesionales que trabajan en los caballitos es abrir al público este mismo viernes para aprovechar el tirón del fin de semana, aunque deberán hacerlo bajo un protocolo concreto para evitar cualquier riesgo de contagio. Así lo confirmó este domingo el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, que remarcó que las competencias sanitarias corresponden a la Junta y que apuntó que la institución municipal permitirá la presencia de los feriantes al no existir una norma autonómica que prohíba la actividad.

Las labores de montaje, con la Catedral de fondo. | Jose Luis Fernández

En todo caso, los responsables de las atracciones tendrán que afanarse en las tareas de desinfección y deberán facilitar la existencia de la distancia suficiente entre los usuarios en cada uno de los turnos. El propio Emilio Fernández comentó que esto les obligará a un esfuerzo extra, pero dejó patente que “sigue siendo mejor que quedarse en casa”. Ahora, habrá que ver si los zamoranos se animan a acudir a los caballitos, algo difícil de prever ante el miedo a los contagios.