La Diputación de Zamora pretende que la definición de territorio despoblado, que aprobó recientemente la Unión Europea en su reglamento Feder, se aplique también a la hora de repartir los fondos del programa de cooperación transfronteriza Interreg para el periodo 2021-2027. De hecho, la institución provincial presentará alegaciones a la propuesta elaborada inicialmente, tras constatar que este y otros criterios “fundamentales” se han quedado fuera del planteamiento inicial.

Así lo comunicó este jueves el propio presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, que remarcó la “necesidad de que los pueblos de la provincia sean valorados en su dimensión real de despoblación”. El dirigente provincial aludió esta cuestión y también a su decepción por la ausencia de la “silver economy” como “estrategia de desarrollo del territorio de frontera” y por las unidades territoriales contempladas.

En lo que concierne concretamente a la despoblación, Requejo habló con franqueza de su posición sobre el borrador: “Durante meses, hemos venido trabajando para que se reconozca a Zamora como zona despoblada, ya que la media estadística lineal que se venía aplicando implicaba que solo Soria, Cuenca o Teruel fueran consideradas en este criterio, a pesar de que el 78% de los municipios de la provincia presentan una densidad de población muy inferior a los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado”, recordó Requejo.

De ahí la decepción cuando los responsables provinciales comprobaron recientemente que, en el borrador del programa, no se recogía esta definición. Conocido este punto de partida, la Diputación optó por comentar este aspecto con otras diputaciones de frontera, y constató que “es un punto sensible de estas alegaciones”.

Según Requejo, resulta “fundamental para los territorios que se contemplen estos indicadores, ya que de no ser así no se podría valorar la dimensión efectiva de la despoblación”, explicó el presidente de la Diputación, que aludió a la importancia de que los programas operativos nacionales, en este caso el de Interreg, dependiente del Ministerio de Hacienda, “introduzcan los criterios que tanto ha costado sacar adelante en Europa”.

“Silver economy”

Un segundo punto que ha visto conveniente subrayar la Diputación tiene que ver con “obviar la ‘silver economy’ como una prioridad política de desarrollo”. Francisco José Requejo alertó de que “el análisis de partida no profundiza en recursos que son fundamentales para la provincia”. “Abordan como temas casi monográficos la despoblación y el envejecimiento, pero no se establecen políticas palanca o prioridades estratégicas que den una solución a la problemática que describen”. “El envejecimiento de la población se valora en su dimensión negativa pero no como un potencial de desarrollo”, remarcó el presidente, que tiene entre ceja y ceja el impulso a la economía del envejecimiento como uno de los ejes de su mandato.

El beneficio puede ir a parar a provincias como Valladolid

Más allá de la definición sobre lo que es un territorio demográfico o de la inclusión en el borrador de criterios que favorezcan el impulso a iniciativas como la “silver economy”, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, alertó también sobre la posibilidad de que el borrador del programa de cooperación pueda favorecer a provincias como Valladolid.

Según explicó el responsable provincial en una nota remitida a los medios, el borrador del programa de cooperación “no está focalizado en las 17 NUTS III realmente transfronterizas”. Es decir, en las provincias españolas y regiones portuguesas de este tamaño que se encuentran realmente en la frontera y que ya aparecían reflejadas en el programa de cooperación trazado por ambos países para el periodo 2007-2013.

En ese sentido, Requejo lamentó que el reparto “se distorsiona” con la incorporación de las 36 NUTS III”, que incluye a otros territorios, por ejemplo, de Castilla y León. “Esto implica una desventaja para los territorios que se vinculan directamente a la frontera, como es el caso de Zamora, lo que significa que las futuras sinergias de desarrollo para el territorio puedan introducir patrones de desequilibrio”, advirtió el presidente de la Diputación.

Requejo abogó por enfocar el programa hacia las 17 NUTS III, o unidades territoriales, que realmente se encuentran en la frontera para evitar situaciones que puedan dar lugar a injusticias en la distribución de unos fondos con un fin concreto.