Una nueva porción de muralla de Zamora ha visto la luz después de que las máquinas hayan terminado de derribar buena parte del edificio número 37 de la avenida de la Feria. Apenas queda un murete por echar abajo y desescombrar para que Zamora pueda contar con otros veinte metros lineales de fortificación a la vista. A ellos habrá que sumar los que se esconden detrás de los números 39 y 41 toda vez que las palas entren en esas propiedades, algo que ocurrirá en las próximas semanas. En ese momento, tan solo quedarían en pie los dos esquinazos de la Feria. Uno, el más próximo a San Martín, deberá caer antes de finales de este año. El otro, donde todavía quedan negocios, tarde o temprano se verá sometido a una expropiación forzosa.

Pese a que la obra de Feria 37 todavía no ha terminado, sí que se puede observar ya la muralla que durante décadas ha estado tapada por el taller mecánico que se situaba delante. Como el resto de fortificación en este tramo, a primera vista se reconoce que el monumento no se encuentra en el óptimo estado de conservación con el que debería contar. Es más, antes del derribo de este inmueble, Francisco Guarido ya había reiterado la necesidad de actuar sobre todo este frontal, en un mensaje directo al Ministerio de Cultura, titular del cerco zamorano en prácticamente toda su extensión.

Nuevos tramos de muralla

Lo que sí brilla con luz propia es el cubo que a partir de ahora lucirá completamente exento en este tramo. Pese a que no tenía nada adosado a sus sillares, hasta el momento permanecía encajonado junto a la pared del edificio de Feria 37 que ha sido convertido en escombros. Este saliente es accesible desde la parte superior de la muralla, en la ronda de Santa María la Nueva, desde donde se obtienen unas inmejorables vistas de lo que ha supuesto el proceso de liberación de la muralla hasta la fecha y también de lo que está por llegar en apenas unas semanas, como ha avanzado el Consistorio.

Estado de conservación de la muralla. Emilio Fraile

El próximo objetivo que se ha fijado el Ayuntamiento de Zamora es el número 41 y posteriormente el número 39. Ambos derribos deberán estar listos durante la próxima primavera. Para el futuro, quedará pendiente el esquinazo que va desde el número 43 hasta el 47 de la avenida de la Feria, que podría ser reducido a escombros a finales del verano, con fecha límite en septiembre u octubre del presente año, según los cálculos que manejan desde el equipo de Gobierno. El propio Francisco Guarido quiere terminar este año con todos estos edificios para poder avanzar en el deseado proyecto de ajardinamiento y pavimentación, que supondrá a su finalización un desembolso total de diez millones de euros.

Esta obra se ejecutará en tres fases diferenciadas. La primera, que debería acometerse entre este año y el próximo, consistirá en la liberación de toda la muralla entre el edificio de Feria 11 y la bajada de San Martín, para posteriormente proceder a la urbanización y ajardinamiento del espacio. La segunda de las fases iría desde el inicio del parque de San Martín hasta la cuesta del Mercadillo y debería ejecutarse también entre este año y el próximo. Allí habrá que expropiar dos propiedades, uno a cada lado de la cuesta del Mercadillo, así como un edificio de Iberdrola. Después, sería el turno para la reubicación de los árboles que tapan la visión de la muralla e, igualmente, la urbanización y ajardinamiento del espacio.

La tercera y última fase, la que se deja para el siguiente mandato, consistiría en firmar un convenio con el Ministerio de Fomento para la eliminación de dos de los cuatro carriles de la avenida de la Feria, los más próximos a la muralla, con el objetivo de ganárselos al espacio de uso público que se pretende construir. Un ambicioso proyecto que continúa dando pequeños pasos para convertirse en realidad, dejando así aflorar la muralla que durante décadas ha permanecido oculta tras los edificios de esta arteria de la capital.

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