La pandemia del coronavirus trastocó en gran medida la asistencia sanitaria, sobre todo en el hospital, que bajó su actividad de forma muy importante, debido a que durante muchos meses estuvo incluso centrado casi en exclusiva a la atención de los pacientes de coronavirus. Y eso a pesar de que los gestores sanitarios han puesto el esfuerzo en intentar que la pandemia del coronavirus no se llevara por delante la atención al resto de los pacientes, en forma de infradiagnóstico de enfermedades o incremento de listas de espera en consultas o intervenciones quirúrgicas.

En Atención Primaria las urgencias reflejan el mismo fenómeno en el ámbito urbano, ya que en los centros de salud rurales ha ocurrido justo lo contrario, han subido, quizá por la cierre de muchos consultorios locales. Los datos de presión asistencial de los médicos de primaria no reflejan, sin embargo, esta situación de pandemia salvo en el segundo trimestre, mientras el resto del año cada médico ha atendido incluso una media de consultas por profesional superior a la de 2019.

El Observatorio del Sistema de Salud de Castilla y León sobre el Complejo Asistencial de Zamora y reflejan cómo la pandemia ha reducido la actividad asistencial, bien porque no se haya podido desarrollar debido a los condicionantes de la pandemia que ha limitado espacios y tiempo o bien porque los propios pacientes hayan sido más conservadores y ante problemas de salud que en épocas normales.

Los datos del Observatorio de Salud de Castilla y León

Los datos del Observatorio de Salud de Castilla y León JCyL

Los datos de urgencias atendidas, una cifra que durante los últimos años solía tener incrementos este año ha caído un 30%, lo que se traduce en 21.669 urgencias menos. Si durante 2019 pasaron por este servicio en el Complejo Asistencial 72.596 ciudadanos en 2020 fueron solo poco más de 50.000 (concretamente 50.927).

También cayo de manera muy importante la actividad de las consultas externas, un 21%, lo que supone que se pasaron 51.403 consultas menos, de las 243.748 de 2019 a las 192.345 del último año, 2020. Y proporcionalmente cayeron de forma más acusada las primeras consultas, un 34%. Es decir, una de cada tres consultas no se llevaron a cabo. O, en cifras absolutas si en 2019 los médicos especialistas atendieron 80.461 primeras consultas en el año de la pandemia se quedaron en 52.926.

La actividad de los quirófanos también se redujo de forma importante, un 22%, lo que se traduce en 2.157 pacientes menos intervenidos. Si durante 2019 se habían hecho 9.678 operaciones en los quirófanos del Complejo Asistencial en año marcado por el coronavirus, 2020, fueron 7.521. Las intervenciones programadas fueron el 81% del total (sólo tres puntos menos que el año anterior) y los procedimientos quirúrgicos fuera de quirófano también cayeron aunque menos, al pasar de 5.783 a 5.480, es decir, 303 de diferencia.

Cuatro mil ecografías y dos mil TAC se quedaron sin hacer

Las pruebas diagnósticas se han visto también condicionadas por la pandemia. El año pasado se hicieron 18.396 ecografías, que son 4.887 menos que el año anterior; 3.357 mamografías (637 menos); 16.775 TAC (2.231 menos) y 5.012 resonancias magnéticas (1.287 menos). En los ingresos hospitalarios llama la atención un dato: en 2020 hubo 439 ingresos, que son seis menos que el año anterior, cuando no había coronavirus y la capacidad de la UCI era mucho menor, once puestos frente a 19. Los ingresos hospitalarios totales fueron el año pasado 15.151, 2.290 menos que en 2019, con una caída especialmente importante de los ingresos en los servicios quirúrgicos que fue de 4.706 pacientes, 1.314 menos que el año precedente. En los servicios médicos los ingresos fueron de 10.204 (311 menos), los ingresos pediátricos 318 (190 menos), los de neonatos 139 (catorce más) y los obstétricos (partos) 893 (139 menos que durante el año precedente).

TODO SOBRE EL CORONAVIRUS EN ZAMORA