El coronavirus ha supuesto para el mercado inmobiliario un batacazo más importante que el de la crisis del año 2010. Durante el año pasado, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, las notarías registraron la firma de 559 hipotecas en la provincia de Zamora. Nunca antes, ni siquiera durante los peores años de la crisis inmobiliaria, se había registrado un número tan bajo.

Los datos llegan cuando el mercado inmobiliario empezaba a coger aire tras el pinchazo de la burbuja del ladrillo. Desde el año 2008, cuando en la provincia de Zamora se formalizaron 3.245 préstamos hipotecarios —máximo histórico— el descenso ha sido notable. Hasta ahora los peores datos eran los del año 2014, cuando se formalizaron 585 hipotecas en la provincia, casi una sexta parte de las que se rubricaban antes de la crisis del ladrillo. En los últimos años era habitual registrar cifras, a cierre de ejercicio, por encima de las seiscientas hipotecas.

A nivel regional, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas en Castilla y León cerró 2020 en las 13.526, lo que supuso un incremento del dos por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, a pesar del impacto de la pandemia del COVID-19.