Zamora es una de las ciudades de Europa con mejores niveles de aire limpio, según se desprende del Ranking ISGlobal de ciudades, elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, en colaboración con investigadores del Instituto de Salud Pública y Tropical de Suiza y de la Universidad de Utrecht (Holanda), que se ha publicado en la revista científica The Lancet y del que se hace eco la agencia Ical.

Se trata de un proyecto que busca estimar los impactos en la salud de la planificación urbana y del transporte en mil ciudades europeas. La primera fase del proyecto se centra en la contaminación del aire, uno de los mayores factores de riesgo de enfermedad y muerte en todo el mundo. La clasificación, que incluye 858 ciudades europeas de 30 países, sitúa a Zamora entre las más limpias de la región, junto con Ávila, Ponferrada, León y Burgos, donde sus habitantes son los que menos respiran aire contaminado. En el lado contrario están Valladolid —en el puesto 596 respecto a las micropartículas en suspensión—, seguida de Palencia, en el 688, y Salamanca, en el 692, con los peores datos.

La reducción de la contaminación del aire como las micropartículas en suspensión (PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (CO2) a niveles mínimos evitaría al menos 800 muertes cada daño en las capitales de provincia de Castilla y León, salvo Segovia y Soria.

El estudio, liderado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha estimado por primera vez los impactos de la contaminación atmosférica en la salud en Europa, en el que Valladolid aparece como la ciudad de la Comunidad donde más fallecimientos se producen por la contaminación, hasta 280, seguida de Salamanca, con 132.

Además, de cumplirse con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que recoge diez microgramos por metro cúbico, se evitarían 42 muertes en Valladolid, nueve en Salamanca, cinco en Palencia, tres en Burgos, tres en Zamora y un fallecimiento en León.

La clasificación de este ranking se basa en una puntuación de carga de mortalidad asignada a la ciudad. Las puntuaciones se calculan mediante un algoritmo que tiene en cuenta las tasas de mortalidad y los años de vida perdidos debido a cada contaminante del aire.