A nadie se le escapa que el turismo es uno de los sectores más golpeados por la crisis económica derivada de la pandemia. Las restricciones a la movilidad, los cierres y el miedo a los contagios han reducido el volumen de negocio de las empresas, tanto en los grandes centros turísticos, como en las zonas acostumbradas a una cifra más moderada de visitantes.

En ese sentido, los negocios de turismo rural también están padeciendo las consecuencias de este escenario, y ya han optado por pedir socorro ante la acumulación de semanas y meses sin clientes. Una de las acciones puestas en marcha a nivel autonómico ha sido la creación de la plataforma SOS Turismo Rural Castilla y León, un colectivo que ya aglutina a 540 propietarios de establecimientos y que ha extendido sus redes a todas las provincias con una serie de reclamaciones a las instituciones.

En Zamora, la representante de esta plataforma es Susana Calle, que explicó, en declaraciones a este medio, que ya hay 22 negocios de la provincia adheridos a este colectivo. Se trata de algo menos de un 9% del total, y es que los cálculos apuntan que, entre todas las comarcas, existen 256 establecimientos de este tipo. La idea es sumar más apoyos para hacer fuerza y recibir más apoyos. En ese sentido, una de las propuestas principales de la plataforma es lograr que los ayuntamientos de las localidades donde se encuentran los negocios devuelvan, a través de una subvención, el dinero destinado por los responsables de las casas rurales a gastos de agua, basuras o IBI.

El argumento que esgrimen los representantes del colectivo tiene que ver con “la nula ocupación” registrada durante la pandemia, y con la importancia que tiene para los pueblos que estos negocios se mantengan activos y atraigan visitantes a la zona.

Objetivo económico

Con el fin de cumplir este objetivo económico, cada representante provincial de SOS Turismo Rural Castilla y León ha solicitado formalmente una reunión con su diputación provincial para pedir el respaldo de la institución: “Queremos que sean sensibles con las demandas de los propietarios de los alojamientos y atiendan a la solicitud de la devolución de ese dinero”, explicaron.

Desde el colectivo remarcaron que les parece “lógico” que no se cobre el servicio de una basura que no se ha generado o del suministro de agua en un contexto de baja actividad. Además, los responsables de la plataforma defendieron el reingreso del IBI como gesto para “contribuir a paliar los enormes costes que soportan los propietarios sin haber tenido ingresos”.

En el caso concreto de Zamora, Susana Calle pidió también la posible creación de “un corredor seguro” para que puedan llegar visitantes de zonas como Madrid a “alojamientos en mitad del campo”, donde a su juicio existiría menos riesgo de contagio: “De momento, en la práctica, nos impiden tener actividad”, lamentó.

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