La presunta víctima del intento de homicidio terminó con dos puñaladas en el cuello asestadas por su exmarido tras una disputa que, según el Ministerio Fiscal, había provocado el imputado, de iniciales J.M.D., en el domicilio que ambos compartían a pesar de estar divorciados. Un par de horas antes le habría propinado ya dos puñetazos e intentado estrangularla con una camiseta. Por estos delitos el Fiscal exige a la Audiencia Provincial que imponga al procesado 6 años y medio de prisión, 8 años de libertad vigilada y 12 de alejamiento respecto de la que fue su esposa, así como 4 años de privación de tenencia y porte de armas, medidas con las que se pretende proteger a la víctima.

Los hechos se produjeron pasadas las ocho de la mañana en agosto de 2016, tras otra discusión que el imputado emprendería dos horas antes por un teléfono móvil y en el transcurso de la cual golpearía en el rostro y en el cuerpo a su exmujer, según la acusación del Ministerio Fiscal. La mujer habría abandonado la vivienda, a la que volvió a las ocho y cuarto de la mañana, cuando el hombre se habría ido ya, con la intención de recoger sus cosas y el pasaporte, pero “antes de que pudiera irse, regresó a casa el procesado y, de nuevo, propició otra discusión”, expone la Fiscalía en su escrito de acusación.

El relato del Ministerio Público recoge que el imputado “tiró al suelo” a la mujer, “se quitó la camiseta y se la enrolló al cuello” a la presunta víctima con la intención de ahogarla mientras le decía “que no le iba a permitir que se fuese”, agresión que continuaría a pesar de que la exesposa le pedía que la dejara ir. La respuesta ante las súplicas de que la soltase habría sido “que iba a salir de allí muerta”.

Unos minutos después, el imputado provocaría otra discusión por relaciones personales que ambos mantenían, la mujer se iría a la cocina mientras su exesposo la perseguía al tiempo que gritaba “te voy a matar”, amenazas que llevaron a la presunta víctima a coger un cuchillo para entregárselo y decirle “si quieres, mátame ahora”. El fiscal indica que fue entonces cuando le clavó el cuchillo mientras le contestaba “pues sí, hoy te voy a matar”. Las graves heridas que la mujer sufrió en la zona lateral derecha del cuello provocaron una hemorragia, a pesar de que la herida pudo lograr zafarse del imputado, siempre según la versión de la Fiscalía. La mujer, que tardó 35 días en curarse de las heridas, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, tras lo que permaneció cinco días hospitalizada, a pesar de lo que nunca pidió ningún tipo de indemnización.