En tres años, la cuenta bancaria de sus dos tías, ambas con deterioro cognitivo, mermó en 85.550 euros, resultado de más de una treintena de extracciones que fueron sucediéndose a lo largo de tres años, entre 2014 y 2017. Los reintegros, descubiertos a la muerte de las dos zamoranas, ocurridas con dos años de diferencia (el 25 de enero de 2015 y el 12 de agosto de 2017), fueron realizados por la misma persona, el sobrino al que las ancianas habían prestado su confianza y autorizado en su cuenta bancaria, que finalmente manipuló a su antojo, sin comunicarles cuándo y en que cuantías realizaba las extracciones, según la acusación formulada por la Fiscalía Provincial. El acusado de quedarse con los 85.550 euros, el zamorano de iniciales J.R.M., se enfrenta ahora a 4 años y medio de prisión y al pago de una multa de 4.500 euros. El Ministerio Fiscal exige a la Audiencia Provincial, que le juzgará la semana próxima, que reponga ese dinero a la masa hereditaria, como reclaman los descendientes de las dos ancianas. Precisamente, una familiar del imputado y de las dos fallecidas aumenta el valor de las extracciones hasta los 103.650 euros, cantidad que reclaman, además de solicitar una pena de prisión de 4 años y una multa de 3.600 euros.

El acusado, que niega haber sacado por su cuenta esas cantidades y haberse apoderado del dinero para su disfrute personal, continuó disponiendo del dinero de sus dos tías después del fallecimiento de la primera el 25 de enero de 2015, a pesar de que la otra anciana tenía mermadas igualmente sus facultades cognitivas, de acuerdo con la Fiscalía y la familiar que emprendió acciones judiciales para que ese dinero regresara a los bienes de las tías que deben repartirse en la herencia.

De modo que, las acusaciones pública y particular apuntan en sus escritos que el hombre continuó sacando dinero hasta febrero de 2017, seis meses antes de que se produjera el fallecimiento de la otra familiar directa, según consta en el listado facilitado por la entidad financiera donde las dos hermanas tenían depositado su dinero.

El zamorano está acusado de un delito continuado de apropiación indebida, sin que se le pueda aplicar ninguna atenuante que pueda reducir la pena que el Ministerio Público solicita ante la Audiencia Provincial, al igual que el abogado de la acusación particular.