Después de un mes tras el anuncio por parte de la Consejería de Educación de la compra de medidores de CO2 para las aulas de toda la comunidad —a Zamora iban a llegar 142 aparatos— tan solo se ha instalado una quinta parte de los dispositivos prometidos, según calcula el sindicato CGT en Zamora. “Estos medidores se solicitaron antes de que comenzara el curso, pero van llegando ahora y a cuentagotas, sino que se nos informe ni los centros ni los criterios con los que se están repartiendo”, señaló la portavoz de Educación del sindicato, Alba Tobal.

Otro de los aspectos que preocupa a la CGT es el relativo a las oposiciones de Secundaria, que, a falta todavía de una fecha oficial confirmada, se señala que se podrían celebrar el próximo 19 de junio. “A escasos cuatro meses para estas pruebas, lo cierto es que todavía no sabemos si se van a celebrar o no, ni se tiene un protocolo de actuación para aquellos opositores que sean positivos o que tengan que confinarse. Además, no se tiene en cuenta si seguirá habiendo cierres perimetrales o dónde se podrán alojar las personas que tengan que desplazarse a otras ciudades para realizar el examen”, pone Tobal como ejemplos.

Por todo ello, desde CGT Zamora se califica de “nefasta gestión” la llevaba a cabo por la Consejería de Educación “en un curso especial, que requería medidas especiales y excepcionales. Los profesores, los alumnos y las familias han demostrado estar a la altura, pero la administración ha dejado a sus docentes desprotegidos, tomando medidas tarde y siendo estas insuficientes, con una falta de organización y previsión absolutas”, denuncia Tobal.

Todo esto está redundando en las condiciones laborales actuales del colectivo docente, “que se están viendo menoscabadas”, subraya la representante de Educación del sindicato, comenzando por que los equipos directivos y los responsables COVID “han asumido una carga adicional de trabajo enorme y una responsabilidad legal inquietante, al tener que realizar los protocolos de los centros, en lugar de hacerlo un técnico de prevención de riesgos laborales de la Junta”. La reducción del número de alumnos por aula, las listas de interinos, el suministro de mascarillas, la ventilación en las aulas, la sustitución de profesorado, la oferta de empleo público o la teledocencia son otros de los “puntos negros” de este curso 2020-2021, según el sindicato.

“Desde CGT exigimos a las direcciones provinciales y la Consejería de Educación un cambio de actitud y una verdadera voluntad de negociación”, finalizan en sus reivindicaciones.