Los colectivos que batallan contra el vaciamiento de los pueblos han girado la mirada esta semana hacia Castilla-La Mancha. Allí, el Ejecutivo regional ha dado el impulso definitivo a su anteproyecto de ley contra la despoblación, una normativa que incluirá, entre otros aspectos, medidas de política fiscal para facilitar que las familias vivan en los territorios más castigados. Ese apoyo irá destinado a las personas que residan en las zonas de mayor riesgo de desaparición, y también a las empresas que se radiquen en estos lugares, mediante desgravaciones de los impuestos que dependan de la comunidad.

La cuestión ha generado debate en el seno de las distintas organizaciones de otros territorios como Zamora, donde se miran los ejemplos ajenos con la esperanza de que sirvan para paliar la problemática propia. “Tiene buena pinta”, señaló el portavoz de la Coordinadora Rural, José María Mezquita, que se mostró favorable a la implantación de las medidas relacionadas con la fiscalidad, pero que fue muy claro con la necesidad de actuar ya: “Hay que pasar de las leyes a la realidad”, advirtió.

Mezquita explicó que el discurso político ya suena vacío en los oídos de las personas que pelean por el futuro de los pueblos: “Todos quieren decir que están muy preocupados”, insistió el portavoz de la Coordinadora Rural, que enumeró algunas de las necesidades para Zamora que tantas veces han sido prometidas sin que se hayan plasmado: “Tenemos el caso de Monte la Reina, de la N-122 o de la conexión a Internet”, recordó.

En todo caso, Mezquita valoró positivamente el proyecto de Castilla-La Mancha, aunque incidió en la necesidad de que la lucha contra la despoblación se encare como “un esfuerzo conjunto”. “Parece que la Junta de Castilla y León quiere ir por este camino, pero necesitamos medidas de todos y cuanto antes”, zanjó.

Por su parte, Francisco Prieto Toranzo, de Zamora 10, también se mostró partidario de que las zonas despobladas de la provincia cuenten con una “discriminación positiva en materia fiscal que favorezca que la gente se instale”. El gerente de la asociación para el desarrollo abogó por la reducción de impuestos y también por la llegada de ayudas directas a los pueblos.

Prieto reconoció que la situación actual resulta “frustrante y desesperante”, y volvió a pedir actuaciones “ya” para corregir unas previsiones “terroríficas”. “Se habla mucho, pero no hay medidas que tuerzan la curva de la despoblación”, señaló el responsable de Zamora 10, defensor de un plan nacional basado en la “unión” y en el compromiso para atajar el problema: “Nosotros solo podemos reivindicar y casi hasta rogar”, zanjó.

Jóvenes de Castilla y León presentó 48 propuestas al plan autonómico

Castilla y León también tiene en marcha la elaboración de un proyecto de ley de dinamización demográfica del territorio. De hecho, en el marco de esta iniciativa, el Gobierno de la Junta abrió un proceso de consulta previa para que aquellas personas o colectivos que quisieran hacer aportaciones pusieran su granito de arena en la elaboración de la normativa.

Una de las asociaciones que respondió a esa llamada fue Jóvenes de Castilla y León, que presentó 48 propuestas “que abordan de forma detallada alrededor de 225 acciones a desarrollar en ámbitos como la economía, los servicios públicos, el sector primario o el medio ambiente”, Según subrayó el colectivo, estas medidas “parten de un análisis de la realidad a la que deben hacer frente los jóvenes de la comunidad, así como de la voluntad decidida del grupo de contribuir a fijar población”.

En ese sentido, Jóvenes de Castilla y León propone la elaboración de un plan director para la creación de riqueza, destinado a reforzar la capacidad de la comunidad para atraer industria, así como solicitar un concierto económico y fiscal temporal al Estado, “concebido como la herramienta más útil para revertir el estancamiento económico”.

En segundo lugar, el colectivo plantea la necesidad de potenciar aquellos sectores estratégicos en los que Castilla y León tiene una posición de fuerza, como el agroalimentario. El grupo también propone diversificar la estructura productiva de la región e incluye propuestas específicas dirigidas al impulso de la economía rural. Entre toda esta batería de medidas se incluye la promoción del asentamiento de empresas que utilicen recursos endógenos.