Un gran despliegue compuesto por tres coches patrulla de la Policía Nacional, dos de los bomberos y una ambulancia se organizó frente al número 2 de la calle Misericordia tras recibir la llamada de un familiar que alertaba de que las moradoras de una vivienda, madre e hija, no contestaban a sus llamadas desde hace dos días. Los agentes comprobaron que las habitantes de la vivienda, que según confirmó el familiar se encuentran en tratamiento psiquiátrico, no abrían la puerta por voluntad propia, por lo que no había lugar a forzar la entrada.