Acelerar Internet

Para el empresario, la situación crítica que atraviesan provincias como las de Zamora, que conoce bien, apenas cuenta con alternativas que puedan reportar beneficios de esta índole y que sean capaces de fijar población. Los huertos solares de las dimensiones que se barajan en los despachos facilitan trabajo durante el tiempo del montaje de los paneles, pero pueden seguir generando empleo después con labores de mantenimiento y vigilancia que requieren “perfiles de formación media-alta”, según remarca el economista Jorge Fabra. A ese aliciente, Donoso suma el mayor nivel de renta y, por tanto, de estímulo al consumo que se produce en los lugares donde se ubican las plantas y un detalle de máxima importancia: la llegada de las inversiones y la alta tecnología a emplear son el mejor “cebo” para acelerar la implantación de servicios imprescindibles cuya demanda se arrastra durante décadas por parte de la Zamora rural, como Internet. Las compañías dejarían de tener la excusa de la baja demanda si entre sus clientes potenciales se encuentran grandes firmas inversoras y se podría acelerar aún más el impulso de las administraciones que prevén para 2025 la cobertura de toda la provincia.

Para Donoso la conclusión es clara: “Tenemos sol y territorio, eso puede traducirse en obtener energía más barata hasta equipararnos o superar a países a los que hoy compramos electricidad como Francia y a otros de nuestro entorno como Italia y Portugal”. De cumplirse los planes del Gobierno en materia de renovables, la inversión en fotovoltaicas hasta cumplir el Plan Nacional puede alcanzar los 25.000 millones de euros y superarlos si el PNIE se desarrolla al máximo.

Discriminación positiva

Y en este punto se abre, quizá, la posibilidad de acabar con otra quimera: unas tarifas eléctricas vinculadas a la generación de forma que las zonas productoras obtengan bonificaciones para las empresas que se instalen en su territorio. La discriminación positiva que nunca se consiguió con las hidroeléctricas. Este capítulo requiere, es cierto, otra batalla en la que intervendrían administraciones y agentes sociales, pero Donoso asegura que existen ya grandes factorías con un consumo intensivo de electricidad, atentos a lo que ocurre alrededor de la instalación de las fotovoltaicas. La “revolución industrial” que siempre quedó pendiente en Zamora bien podría venir de la mano de la energía verde si se cumplen tantas expectativas. De momento, la única certeza es el aluvión de peticiones que corre el riesgo de ralentizar más de la cuenta los proyectos y espantar a las inversiones si no se agiliza la tramitación burocrática. Otras comunidades autónomas, como la vecina Extremadura, ha impuesto velocidad de crucero a una cuestión que Jorge Fabra entiende como “extremadamente seria” y que debería involucrar como primeros actores desde la Comunidad autónoma a los ayuntamientos, siempre con el “equilibrio” entre las actividades tradicionales y las innovaciones como objetivo para sumar oportunidades y crear riqueza que asegure un futuro en los territorios deprimidos como Zamora.