La Junta de Castilla y León ya está elaborando una lista de locales en Zamora y el resto de las provincias de la comunidad susceptibles de utilizarse en las vacunaciones masivas que se pretenden poner en marcha cuando el ritmo de llegada de las vacunas sea suficientemente amplio. Se trata de edificios de la propia administración y de los ayuntamientos que, como pasa en el caso de los cribados masivos, tengan unas condiciones óptimas para llevar a cabo la función, ya que requieren, por ejemplo acceso a Internet para poder llevar el control de los listados de personas vacunadas y qué dosis concreta se les pone.

En las localidades pequeñas seguramente se vacunará en los consultorios o centros de salud, pero en las grandes se está diseñando ya espacios para poder llevar a cabo vacunaciones masivas. La Junta ya está recibiendo propuestas, de Cultura, y se ha puesto en contacto con la Federación de Municipios y Provincias para localizar estos espacios cuando sean necesarios.

No obstante, es un trabajo previo que de momento tardará mucho en llegar. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, indicó que en estos momentos está ya practicada la vacunación en las residencias (no está el cien por cien porque hay algunas con brotes y hay que esperar o porque algún mayor y empleado estaban ausentes). Se está ya vacunando también al personal sanitario de primera línea, tanto de los centros públicos como privados, y la idea es comenzar, acto seguido, con los grandes dependientes y los cuidadores profesionales (se está estudiando si en algún caso se podría poner también a los cuidadores familiares, por ejemplo padres con hijos grandes dependientes).

No se puede elegir dosis

Todas las vacunas son seguras pero no todas tienen la misma eficacia, por los que las mejores, las de Moderna y Pfizer se destinarán a estos colectivos y AstraZeneca será para los profesionales que no están tan expuestos al virus o no corren tanto peligro en caso de contagio.

Las primeras inyecciones de AstraZeneca, para sanitarios de segunda línea

Cada tipo de vacuna tendrá asignados sus potenciales perceptores, ya que las más efectivas serán para quienes estén en primera línea o tengan mayor riesgo, mientras que las de menor cobertura se irán poniendo a otros colectivos. Así, con la vacuna de AstraZeneca, cuyas primeras 700 dosis han llegado a Zamora, se a empezar a vacunar a los grupos de personas englobados en lo que se ha dado en llamar profesionales sanitarios y sociosanitarios que no están en primera línea y que comprende a colectivos como servicios de Inspección, medicina forense, ayuda a domicilio, centros de menores, centros de día, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica, servicios de salud pública integrantes de la red de vigilancia epidemiológica e instituciones penitenciarias, según la relación ofrecida ayer por la Consejera de Sanidad, Verónica Casado. La idea es que cuando haya mucho porcentaje de población vacunada la efectividad de la inmunización se multiplique y suba más allá de que lo que teóricamente tienen estas vacunas. Los actuales equipos de vacunación, que se han dedicado hasta ahora a las residencias seguirán funcionando en Primaria y el resto de colectivos y está previsto que se sumen también los profesionales de los centros de salud y de los hospitales en esta tarea, según el ritmo de necesidades, que dependen sobre todode la llegada del suficiente número de vacunas, el auténtico problema para poder conseguir el objetivo de tener al 70% de la población vacunada para este verano. Para ello habría que aumentar significativamente el ritmo de las vacunas.

Sanidad ya tiene disponible el ultracongelador para las vacunas que están a menos 70 grados

La consejera indicó que la estrategia de vacunación ha sido consensuada en el Consejo Interterritorial de Salud en base a criterios científicos y sobre unos principios éticos de necesidad, equidad y reciprocidad, “por lo que será igual para todos”. Así, indicó que cuando se acabe con los seis grupos prioritarios ya definidos para la vacunación, se comenzará a vacunar por edades. “Lo que necesitamos son más vacunas. Para vacunar a los cinco primeros grupos (que son los del personal y usuarios de residencias, profesionales sanitarios en primera línea, grandes dependientes y cuidadores y personas de más de 80 años) necesitamos 800.000 dosis, no las 200.000 que hemos recibido hasta ahora”, aseveró Casado. Hasta la fecha, en Castilla y León se ha vacunado a 172.961 personas, de las que 72.532 ya han recibido la segunda dosis, mientras en Zamora son 14.087 las dosis administradas y 5.869 las personas con el ciclo completo puesto.

Maleta de transporte de las vacunas de Pfizer. | Emilio Fraile

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Sanidad ya dispone del ultracongelador para las vacunas que necesitan estar a 70 grados bajo cero, como las de Pfizer, informó la consejera de Sanidad Verónica Casado. La mayor parte de las dosis que ha recibido Zamora son de la primera vacuna que recibió en visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento, la de Pfizer BioNTech, de las que han llegado 14.235 dosis. Le sigue a gran distancia la vacuna de Moderna, con 1.500 dosis que se están destinando sobre todo para uso de los profesionales del hospital, debido a que es más inestable para su transporte. Y han comenzado a llegar las vacunas de AstraZeneca, 700 dosis que no necesitan más que refrigeración. De todas estas dosis se han puesto ya 14.087 en la provincia de Zamora. Según los datos de la Consejería de Sanidad, a fecha del miércoles se había vacunado en Zamora a 6.783 personas, institucionalizadas en las residencias de mayores y a 4.420 empleados en centros socio sanitarios. Además están vacunadas 527 personas que viven en otro tipo de residencias y 81 zamoranos con patología de riesgo, además de 153 trabajadores esenciales. En cuanto al personal sanitario según los datos de la Junta han sido vacunados 2.020 trabajadores en Zamora. Unos datos que contrastan con los que ofrece el Sindicato Médico, que habla de sólo 360 vacunados de 3.360 sanitarios de Zamora. “En un escenario de escasez de vacunas son imprescindibles los mecanismos de priorización y control para asegurar que las primeras vacunas se administran a los colectivos con más riesgo y a aquellos que les deben atender: médicos y personal de enfermería”, indica el sindicato, que denuncia la disparidad de vacunaciones en las diferentes provincias e incluso algunas donde se ha vacunado antes al personal administrativo. Por otra parte, en el cribado masivo llevado a cabo durante dos días en la Ciudad Deportiva de Zamora, dentro del Plan Sumamos, se ha testado a 722 personas, pero ninguna ha dado positivo.

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