El género será solo una anécdota a la hora de escoger una carrera universitaria en un futuro más que próximo. Así lo piensan las nuevas generaciones, las que está ahora cursando Bachillerato mientras comienzan a pensar a qué se van a dedicar profesionalmente. Así que las facultades de las carreras STEM —referidas a las materias de ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticastendrán igual número de alumnos y alumnas. “En nuestra edad no hay diferencia alguna en nada, las notas van acorde al esfuerzo que haga la persona, no tiene que ver con el género. Eso se notará también en el futuro”, asegura Inés Antón, alumna de 4º de la ESO del colegio Medalla Milagrosa, quien valora que su generación “está mucho mejor educada en el sentido de igualdad de género. Y la siguiente, seguro que más todavía, así que vamos mejorando”, sonríe.

En su caso, las matemáticas son su asignatura favorita, aunque todavía no sabe si estudiará esta carrera. “Todavía estoy dudando qué voy a escoger en Bachillerato”, confiesa. “Me decantaré según lo que me guste y las oportunidades que tenga, estará entre mis notas y mis gustos, porque, por ejemplo, también me apasionan los idiomas”, confiesa.

“Hay que estudiar lo que realmente te gusta, sin mirar el aspecto laboral o económico”

Su compañera Ana Barreiro afirma que, aunque siempre ha hecho creer que las carreras STEM son más masculinas, en su experiencia personal “nunca nadie me ha impedido optar por esa rama de la ciencia por el hecho de ser mujer. Es más, siempre me han apoyado”, agradece. “Desde pequeña, he tenido muy claro que optaría por estudiar ciencias”, recuerda esta alumna de la Medalla Milagrosa.

Inés y Ana son dos de las participantes del proyecto STEM Talent Girl, puesto en marcha por la Fundación ASTI y que este curso se estrena en Zamora con el objetivo de incentivar las vocaciones STEM entre las jóvenes. Ambas se decidieron a participar tras conocer el programa a través del colegio. “Nos gustó la idea de la ciencia y queríamos aprender cosas nuevas”, señala Inés Antón, quien destaca de esta iniciativa el mostrar diferentes aspectos de las ciencias. “Mejoramos la cultura científica y conocemos nuevas ramas. Si no sabes que existen, no puedes comprobar que te vayan a interesar”, argumenta.

Ambas valoran las actividades que se realizan con profesionales STEM en activo, que se convierten en mentoras, para mostrarles la realidad de su día a día. “El proyecto me está ayudando mucho, nos enseñan las distintas carreras STEM a través de mujeres que desarrollan diferentes profesiones y además contamos con la ayuda de un coach que nos enseña técnicas importantes para calmar el estrés y controlar nuestras emociones”, apunta Ana, quien agradece que estas mujeres cuenten “sus experiencias personales, siendo realistas y explicando lo que les ha costado llegar hasta ahí”, detalla la estudiante.

“Cuando cuento con alguna alumna, es la más trabajadora y capaz del grupo”

Para las participantes del STEM Talent Girl de este curso y para todas las estudiantes interesadas en estas asignaturas, la Fundación ASTI ha organizado un programa de actividades para toda la semana —aprovechando la celebración hoy, 11 de febrero, del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia— a través de la página “talent-girl.com/11-febrero”, donde hay desde talleres sobre tecnologías emergentes hasta una jornada de debate con mujeres referentes, que abordarán cómo se puede fomentar las vocaciones STEM y el talento femenino en las áreas científico-tecnológicas.

Decepción es el sentimiento de Sara Gómez, jefa del departamento de Tecnología del IES León Felipe de Benavente, en cada inicio de curso, “cuando veo el número de alumnas en las clases de tecnología industrial y tecnología de la información y comunicación, una o ninguna”, calcula esta profesora, que conoció el proyecto STEM Talent Girl de la mano de su compañera Mónica Cubas. “Cuando puedo contar con la presencia de alguna alumna, suele ser la más capaz y trabajadora del grupo, aunque noto cómo se siente cohibida de alguna manera, bien sea por su facilidad de sacar mejores notas que sus compañeros o las pocas ganas de destacar”, describe.

Una joven trabaja en el laboratorio. | FIDR

Considera que aún hay camino que recorrer “para cambiar todo de raíz, esas imágenes en las facultades o en los rectorados, donde el médico es el hombre de la sala y las enfermeras todas mujeres”, pone como ejemplo. Y es que asegura que “está más que demostrado que todos tenemos las mismas aptitudes, solo tenemos que cambiar la actitud de nuestros alumnos para hacerles ver que pueden ser lo que quieran, que no existen limitaciones por género, sino que las ponemos nosotros. Y ya es hora de romperlas”, subraya esta licenciada en Biología, firme defensora de las carreras de ciencias. “A nivel del saber, del experimentar, son superiores, ya que siempre puedes dar un paso más al quedar tantas cosas por descubrir, aplicaciones, mecanismos...”, argumenta.

“Creo que ahora estamos mucho mejor educados en el sentido de la igualdad”

También desde la Biología, pero en otro ámbito, el de la investigación, está su compañera María Jara Acevedo, del Servicio de Secuenciación de ADN de la USAL, centrada en las alteraciones genéticas de la mastocitosis, una enfermedad rara que combina cáncer y problemas en la piel y el sistema inmune. “Desde pequeña quería trabajar en un laboratorio”, recuerda. Para ella, el problema de esta desigualdad entre hombres y mujeres en las careras STEM no está en las vocaciones, “sino luego en mantenerse y escalar, el famoso techo de cristal. Es verdad que la mayor parte de los investigadores son hombres, aunque es terreno que se va conquistando poco a poco”, aplaude esta zamorana, que lleva en este ámbito desde que terminó el doctorado.

Lo que también tiene claro es que los alumnos tienen que estudiar “lo que realmente les gusta, independientemente de la salida laboral o el aspecto económico, porque si no, los años de universidad van a ser un martirio”, vaticina.

Por último, anima a los que se lo estén pensado, a seguir, como ella, el camino de la investigación. “Da muchas satisfacciones, es una alegría poder mejorar la vida de la gente y la sociedad, para los que trabajamos”, subraya.

Sara Gómez | Profesora del IES León Felipe

“La inquietud por saber y experimentar es superior en las especialidades de ciencias”

María Jara | Investigadora de la USAL

“La vocación no es el problema, sino mantenerse y escalar, el famoso techo de cristal”

Inés Antón | Estudiante

“A nuestra edad, no hay diferencia alguna en nada, las notas van acorde al esfuerzo de cada persona”

Ana Barreiro | Estudiante

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