La crisis del coronavirus se ha llevado por delante el denominado “tren madrugador, el que durante varios años fue considerado como uno de los mayores logros de Zamora en la política nacional y que, de un día para otro, ha desaparecido sin visos de que se pueda recuperar. También, durante muchos ejercicios, los gobiernos de turno sacaron pecho la fuerte inversión de los Presupuestos Generales del Estado en la provincia, que no era sino un espejismo de la necesidad de inyectar millones para concluir el tramo de alta velocidad entre Madrid y Galicia. Ahora que la vía ya está terminada, la inversión ha desaparecido, pero también los servicios. Una situación que los usuarios zamoranos del AVE no quieren pasar por alto, razón por la cual han unido fuerzas con organizaciones de toda Castilla y León para reclamar mejoras en el oeste ferroviario de la península.

Las plataformas y asociaciones de usuarios de la Alta Velocidad en la región han decidido apostar de manera conjunta por una serie de reclamaciones que servirían para vertebrar el territorio de Castilla y León y que, a la postre, permitirían fijar población sin necesidad de un traslado obligado a capitales más grandes; principalmente, Madrid. Una iniciativa conjunta en la que está representado el grupo Tren Zamora y donde también participan usuarios a nivel particular que han visto cómo su proyecto de vida para trabajar en Madrid y residir en Zamora se ha desplomado sin previo aviso a cuenta de la crisis sanitaria.

Las exigencias que este grupo de asociaciones trasladará a los agentes políticos no son desconocidas para este territorio. De hecho, la primera de ellas es la recuperación del “tren madrugador”, para el que solicitan también una mejora de los horarios. Una medida que, a juicio de las organizaciones, “facilitaría vivir en Zamora e ir a trabajar a Madrid, fijando así población” en una provincia en la que no sobra ni uno solo de sus habitantes. No obstante, las reivindicaciones van más allá y por eso se propone a la Junta que luche con el Estado para declarar el corredor de Alta Velocidad entre Madrid y Zamora como Obligación de Servicio Público. “Renfe debe garantizar que los servicios se cumplen con requisitos de continuidad, regularidad y capacidad, así como aplicar abonos y tarifas comerciales más económicas para los usuarios”, señalan los responsables.

Las reclamaciones, no obstante, se extienden más allá de la línea de Alta Velocidad y por eso los usuarios ferroviarios plantean mejoras del servicio con carácter no inmediato como puede ser el establecimiento de más trenes regionales entre Valladolid, Zamora y Puebla de Sanabria, principalmente en las temporadas de verano, así como fines de semana y festivos. “De esta manera, se potenciaría la zona de Puebla de Sanabria con visitantes y turistas al Parque Natural, además de potenciar un modelo de movilidad más sostenible en este entorno”, apuntan desde las organizaciones de usuarios.

Por otra parte, se plantea también la recuperación del regional entre Puebla de Sanabria y Ourense, así como la vertebración del oeste a través del corredor Gijón-Sevilla que conforma el antiguo trazado de la Ruta de la Plata.

Las malas frecuencias para regresar de Madrid, en la diana

Las asociaciones de usuarios de Castilla y León, entre las que se encuentran afectados zamoranos, han señalado cómo la pandemia ha terminado por empobrecer un servicio que nunca fue óptimo para territorios como Zamora. “En estos momentos se han suprimido servicios dejando a zonas y a miles de ciudadanos de las distintas provincias incomunicados”, denuncian. “En algunos casos, nos vemos obligados a trasladarnos en nuestros vehículos particulares para poder ir a nuestros trabajos o lugares de estudio, mientras que en otros nos hemos tenido que ir a vivir a Madrid por la supresión de las frecuencias”, explican desde la organización. “Además, seguimos esperando en algunas ocasiones hasta dos horas y media para regresar a nuestras casas por la anulación de frecuencias laborales y, lo que es peor, seguimos sin distancia social dentro de los coches”, explican los responsables. “Dependemos del tren para poder trabajar, por eso creemos que ya está bien”, relatan los afectados por la situación.