Algunos de los taxistas que transportan a los equipos de vacunación contra el coronavirus han recibido ya la dosis. Según explicaron fuentes de la Gerencia de Asistencia Sanitaria inicialmente cuando sobraban dosis en algunas residencias (porque había fallado algún residente o profesional para las que estaban asignadas), antes de tirarlas, se las pusieron las propias enfermeras o incluso los taxistas que transportaban a los equipos de vacunación.

Posteriormente se estableció un método para procurar que todas estas dosis sobrantes, que se deben gastar en unas horas porque si no hay que desecharlas, regresen al hospital y así puedan ser asignadas a personal que trabaja en primera línea con el COVID. En todo caso se trataría de un pequeño número de dosis.