La Audiencia Provincial condena a tres años de prisión y multa de 1.080 euros a uno de los imputados por vender ilegalmente un centenar de píldoras con efectos abortivos a mujeres que deseaban interrumpir su embarazo y que contactaban con el acusado y su cómplice a través del teléfono con el que se anunciaban por Internet. El malestar de una de las clientas que usó este método y su ingreso en urgencias del hospital Virgen de la Concha puso al descubierto la práctica de estos dos individuos, que llegaban a enviar los pedidos por mensajería, y envío un informe a la Fiscalía de Zamora, que inició la investigación de oficio, de acuerdo con los datos facilitados por la fiscal que intervino ayer en el juicio. Asimismo, la intervención de una farmacéutica de una localidad zamorana en la que adquirieron alguna caja de esta medicina se percató de la irregularidad y colaboró con la investigación.

Los dos procesados, que heredaron el "negocio ilegal" de un amigo colombiano con 300 pastillas dispuestas para vender, indicaban a las clientas cómo usar la pastilla, normalmente colocándola directamente vía vaginal, por mensajes de WhatsApp, de acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía, que acordó ayer reducir en un año la pena de 4 años de prisión que solicitaba para el acusado, de iniciales F.B.C.M., acuerdo que impidió celebrar del juicio previsto para hoy. El procesado eludirá posiblemente el ingreso en la cárcel al tener que restarle los seis meses de prisión preventiva y estar actualmente integrado laboralmente, con trabajo estable.

El otro acusado no pudo acudir al juicio al estar su abogada en cuarentena por contacto con personas infectadas por el COVID, por lo que la Audiencia fijará otra fecha para continuar la vista oral.