Las seis semanas de confinamiento primaveral y las amplias temporadas en casa como consecuencia de la pandemia no han pasado de puntillas por el mercado inmobiliario de la provincia de Zamora. Las restricciones para contener la pandemia han hecho que los zamoranos, como el resto de ciudadanos, valoren más ciertas cualidades de las viviendas que hace un año pasaban más desapercibidas para algunos compradores. Amplios espacios, luminosidad o un espacio privado en el exterior se han convertido en características muy valoradas por los compradores... y por los vendedores, que exigen ahora más por los inmuebles que cumplen esta amplia lista de requisitos.

Como sucede en todas las ciudades, en Zamora es complicado encontrar inmuebles grandes, luminosos y con espaciosas terrazas, lo que lleva a los compradores a plantearse otras opciones a cambio de renunciar a las comodidades y servicios que ofrece vivir en la ciudad.

Los datos de los portales inmobiliarios y de construcción de nuevos inmuebles ayudan a poner cifras a un fenómeno que ha venido, parece, para quedarse. En Zamora, en los diez primeros meses del año pasado, se otorgaron licencias para comenzar la construcción de un total de 106 inmuebles. Son datos provinciales. Ocho de ellos fueron construcciones en bloque y el resto, 98, fueron viviendas unifamiliares que se han puesto en marcha en los últimos meses. Esto indica que, de las licencias de obra otorgadas el año pasado, más del 92% fueron destinadas a la construcción de casas para una familia, obras que generalmente se llevan a cabo en los pueblos y no en los principales núcleos urbanos de la provincia de Zamora.

Los datos son mucho más elevados que los registrados en años anteriores, lo que indica que la vivienda unifamiliar se valora más ahora que hace un año. En 2019, por ejemplo, la construcción de casas supuso menos del setenta por ciento del total de licencias de construcción otorgadas por los ayuntamientos de la provincia. Un año antes la cifra rondaba el ochenta por ciento, mismos datos que en los ejercicios precedentes.

Pero los datos van más allá e indican que, para el sector de la construcción, la crisis del coronavirus ha sido de momento leve. Entre enero y octubre se otorgaron en Zamora prácticamente las mismas licencias de vivienda unifamiliar que en los doce meses del ejercicio precedente. A falta de dos meses para cerrar la estadística se han superado los datos del año 2018 y se rozan los del 2017.

Los números muestran además que las casas que se han mandado construir durante el año 2020 son más grandes que las que comenzaron en 2019 y en años precedentes. En la provincia, el tamaño medio de la nueva vivienda unifamiliar es de 173 metros cuadrados por los 171 del ejercicio 2019. En los últimos años la tendencia de esta estadística siempre ha sido creciente.

Pero hay más, los datos de los portales inmobiliarios indican que el interés por las viviendas en los pueblos ha aumentado por el paso de la pandemia. Quienes no están dispuestos a pasar por el largo proceso de construcción de una vivienda nueva buscan una vivienda de segunda mano que permita disfrutar de algo más de espacio para pasar unas temporadas en casa más largas que de costumbre.

El portal Idealista ha revelado un dato que indica cómo ha afectado la crisis del coronavirus a la demanda de viviendas en España. Según los datos de esta web, el interés por los inmuebles situados en los municipios de menos de 5.000 habitantes ha crecido este año, y lo ha hecho en detrimento de los grandes núcleos.

Esa tendencia es generalizada y se percibe en casi todos los territorios del país. También en la provincia, donde las búsquedas de casas en pueblos de menos de 5.000 habitantes no alcanzaban una cuarta parte del total (24,8%) en enero, y ahora rozan el tercio (32,9%). Dicho de otro modo, a principios de año, el interés por adquirir una vivienda en Zamora, Benavente o Toro copaba más del 75% de las búsquedas sobre la provincia en Idealista, mientras que ahora se queda en un 67%.

Según la información remitida por Idealista, “el confinamiento y el aumento del teletrabajo en España han provocado cambios en los intereses de la demanda de vivienda, generando un interés cada vez mayor por las viviendas en pueblos de menos de 5.000 habitantes”.

Así las cosas parece que el coronavirus ha dejado huella en el mercado inmobiliario de la provincia. Habrá que ver si, cuando pase la pandemia, la tendencia es la misma o si los que se han ido a los pueblos se “arrepienten” y optar por regresar a la ciudad.