Le conoció por las redes sociales y en dos meses estaban viviendo juntos. La joven, de 28 años, no tardó en pasar de la “luna de miel” a la “luna de hiel”, como explican los expertos en violencia de género el inicio del maltrato físico y psicológico cuando en una pareja el hombre es un maltratador. A los cinco meses de convivencia, la joven víctima ya había recibido varias palizas, según recoge la denuncia que interpuso tras el último episodio de violencia que, según la mujer, ni siquiera frenó el convencimiento de ambos de que ella estaba embarazada, ya que el acusado quería por todos los medios ser padre. De hecho, en su denuncia, la mujer detalla que el joven, de poco más de 30 años de edad, terminó estrellándola contra un radiador del domicilio que compartían, según consta en las diligencias judiciales abiertas ya.

El maltrato psicológico llegó a tal punto que la mujer tenía prohibido hablar por teléfono con su familia o amigos, una exigencia que terminó con su aislamiento durante seis días, un periodo suficientemente largo como para preocupar a sus allegados. Cuando pudo volver a comunicarse por el móvil, para justificar los seis días de silencio, contó a su entorno que se le había estropeado el terminal.

El investigado por violencia de género no se conformaba con dejar incomunicada a la joven, sino que en más de una ocasión se llevó las llaves de la casa para controlar que no saliera de la vivienda. Si lo hacía no podía volver a entrar, circunstancia que le permitía saber si había obedecido. El trato violento no fue puntual, de acuerdo con la versión de la mujer, que se encuentra actualmente en tratamiento psicológico para superar las secuelas del maltrato en la Oficina de Atención a Víctimas de Delitos de la Audiencia Provincial.

Una vez que ha denunciado a su pareja, la joven relata que el miedo a las posibles represalias físicas de su novio le impedía contar la situación de maltrato que estaba viviendo. Tal es así que, tras declarar ante el Juzgado, ha abandonado la localidad en la que residía y donde tiene a su familia y amigos para alejarse del presunto maltratador.

El Juzgado de Violencia de Género investiga ahora al joven por los delitos de maltrato psicológico y físico a la denunciante. Las diligencias judiciales se han iniciado después de la última paliza recibida en días pasados. El hombre goleó a la mujer en el domicilio que compartían, tras lo que sufre lesiones en el pecho, el brazo y en un costado. La joven relata que, en esta ocasión, recibió golpes y puñetazos, algunos en la barriga, sin que el presunto maltratador tuviera en cuenta el posible embarazo de su pareja, entonces por confirmar.

El hombre supuestamente consumía drogas, lo que incrementaban su actitud violenta contra quien era su pareja. Los amigos de la denunciante corroboran la versión de los hechos, así como el parte médico de que dispone la presunta víctima que tuvo que acudir al hospital para ser curada.