La ciudad de Zamora se encuentra a punto de traspasar la dramática barrera de los 60.000 habitantes. Los últimos datos del padrón continuo reflejan la pérdida de 418 vecinos a lo largo del último año, por lo que el censo se sitúa ya en 60.988 habitantes en el conjunto de la capital. La caída de población es constante y uniforme en prácticamente todos los barrios, aunque existen honrosas excepciones. Las zonas periféricas son las únicas que ganan habitantes en una lista en la que ha entrado un inesperado invitado sorpresa. El centro, espacio que año tras año ve cómo se vacían sus viviendas, cuenta a día de hoy con 62 personas más que en las mismas fechas del año pasado. Un honor que comparte tan solo con los barrios de Vista Alegre, Olivares-Espíritu Santo y San José Obrero.

Población por barrios de Zamora.

Los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística reflejan la radiografía demográfica de la ciudad tomando como referencia las secciones censales. Es decir, utilizan la partición que sirve en los procesos electorales para ofrecer el número de habitantes que continúa en la zona o la abandona. Pese a que, en algunos casos, el dibujo de estas divisiones no coincide exactamente con los barrios naturales, en la gran mayoría de los distritos de la capital la frontera es milimétrica. Por esta razón, resulta fácil establecer el número de habitantes que gana y pierde cada una de las zonas de la ciudad.

El panorama que se desprende de este análisis, por lo tanto, es el de una ciudad en constante vaciado. Tan solo existen tres barrios que ganan población mientras la ciudad se desangra por los núcleos tradicionales de vivienda. Estos son San José Obrero, que suma ocho nuevos vecinos; Olivares y Espíritu Santo, que suman seis; y Vista Alegre, un fijo en esta estadística que en este último curso ha recibido a 47 nuevos vecinos. En esta lista aparece, de manera sorprendente, la zona centro, que acumula un ingreso de habitantes de 62 personas, al pasar de 5.313 ciudadanos en la última estadística a los 5.375 que figuran en los datos actualizados del padrón continuo por secciones censales.

Los barrios que pierden población, por el contrario, lo hacen en una horquilla que nunca supera el centenar de personas. Aunque, tacita a tacita, se pueden sumar esos 418 vecinos que ha perdido la capital a lo largo de los últimos doce meses. El más castigado por esta tendencia es el barrio de Peña Trevinca, que ha visto a 98 personas abandonar su área hasta quedarse en 3.773 vecinos. Le sigue el barrio de San Lázaro, que ha sufrido la pérdida de 69 personas y su índice de población se queda en 5.738 personas. La Candelaria, otro gran núcleo que concentra vivienda, ha perdido 57 habitantes en el último curso, mientras que La Horta suma medio centenar de pérdidas en este tiempo.

La zona más populosa de la capital, como es Los Bloques, figura también en esta tendencia negativa con la baja de 49 habitantes en su censo. Ahora mismo, este espacio es hogar para 7.119 personas. El Casco Histórico ha perdido también 46 vecinos, mientras que Las Viñas ha visto marchar a 36 personas a lo largo de los últimos doce meses. La lista la completan Pantoja, con 29 habitantes menos; Ensanche, con 28; Santa Elena y San Frontis, con 23; y Pinilla, con seis vecinos menos. En lo que respecta al compendio que suman Alviar y Siglo XXI, su censo se mantiene invariable un año después con 991 vecinos en su conjunto.

Los números ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística demuestran que los movimientos de población dentro de la capital están dirigiéndose a las afueras, de manera que barrios de nueva creación, como el de Vista Alegre, no dejan de crecer mientras poco a poco se vacían los lugares tradicionales de vivienda.