El COVID ha impuesto, por la fuerza, la informatización de la acción judicial, hasta tal punto que hasta el número de delitos ha descendido, confirma el presidente de la Audiencia Provincial, Jesús Pérez Serna, para quien las nuevas formas no han mermado la justicia, aunque sí la “ralentizado un poco”.

–¿Qué calificativo pondría a este año que ha terminado?

–Raro, atípico, duro a nivel personal y profesional; desconcertante.

–Esta pandemia ha modificado la actividad de los juicios y de los juzgados, ¿cómo ha influido?

–Muy notablemente. Acostumbrados a realizar de forma presencial la mayor parte de las actuaciones, fundamentalmente los juicios, tanto penales como civiles, nos hemos tenido que adaptar desde el punto de vista de los procedimientos y de los métodos a utilizar. Ha habido un avance sustancial en el sistema telemático. Ha supuesto un esfuerzo muy notable. También nos hemos tenido que adaptar a las exigencias sanitarias.

El actual sistema de trabajo no ha modificado la forma de investigar los asuntos

–A nivel psicológico, a la hora de abordar los asuntos, ¿ha podido influir la pandemia?

–No a la hora de emitir sentencias, porque nuestra labor es estudiar asuntos y seguimos con las mismas pautas que antes. Otra cosa es la forma de trabajar, los funcionarios han tenido que aprender a trabajar sin público, sin profesionales de forma presencial; y a realizar la mayor parte de las tareas a través por vía telemática, con la adaptación que conlleva a los modos y a las nuevas tecnologías.

–¿El trato con el ciudadano, con testigos, con el imputado, ha cambiado?

–No, desde el punto d vista del fondo de la cuestión no; sí lo ha hecho en lo que a las normas de sanidad de obligado cumplimiento se refiere, pero a la hora de indagar, investigar, no ha habido modificaciones. Sí que ha cambiado la forma de trabajar y de abordar la comunicación con los justiciables y los profesionales de la Administración de Justicia.

–¿Los videojuicios han entorpecido la marcha de la justicia?

–Más que entorpecer ha ralentizado algo, hay que tener en cuenta que estábamos acostumbrados a una forma clara de actuación que ha habido que modificar por necesidad de tomar cautelas, por las obligadas normas sanitarias.

–Los abogados pedían acabar con los juicios telemáticos porque puede perjudicar a la objetividad, a la complicidad entre el abogado y cliente, y favorecer la manipulación de testigos al declarar desde los despachos. 

–El carácter presencial de los juicios es vital, es el método más fiable a todos los niveles. En los telemáticos se ha intentado no mermar las garantías, lo que ha dependido un poco de la buena voluntad de los funcionarios y de los profesionales que intervienen. Ese sistema se ha adoptado en los juicios que pueden acomodarse más fácilmente; los más complicados han quedado a discrecionalidad del juez. Y se celebran presencialmente a instancia de los abogados para salvaguardar la pureza y las garantías de imparcialidad. 

El virus ha causado un avance sustancial en la implantación de nuevas tecnologías

–¿Es un momento de cambio en la forma de impartir justicia?

–No, de acomodación a las nuevas tecnologías, de la mejora de los equipos y la habitualidad de su uso, de adaptación de todos para lograr un resultado correcto.

–¿Las nuevas tecnologías no matan la esencia del juicio?

–En algunos aspectos puede que sí, pero si funciona bien, recoge bien la imagen, el sonido, creo que se puede perfectamente sobrellevar y suplir, de alguna forma, la actividad presencial.

–¿Qué aspectos son esos que pueden verse afectados?

–Se puede perder un poco la unidad de acto al no tener la posibilidad de que asistan todas las personas conjuntamente, el hecho de que una persona esté en un sitio, otra en otro puede crear disfunciones en el debate o a la hora de contrarrestar opiniones. En los juicios presenciales, el interrogatorio es más fluido, como la interactuación entre las partes, pero con buenos equipos se puede sobrellevar.

–¿La declaración de acusado, denunciante y testigos pierde matices en el juicio virtual, por el uso de mascarillas que impide observar expresiones, se pierde la comunicación no verbal?

–La famosa psicología del testimonio. No ha habido problemas, en algún momento dado, hemos pedido al testigo que se retire la mascarilla para verle la cara, sus gestos, creo que se puede perder algún matiz, pero no la comunicación, frontal, cara a cara.

–En los juzgados de Zamora se habían logrado tiempos mínimos de resolución, llega la pandemia y provoca un parón, ¿cómo se está solventando?

–El parón se produjo durante el confinamiento y ahí está, hay que recuperar la paralización de actividad que provocó, desde verano para acá se ha ido recuperando acrecentando la actividad, celebrando más juicios.

Alguna vez, hemos pedido al testigo que se retire la mascarilla para ver sus gestos

–Sin embargo, en los juzgados de Primera Instancia, Contencioso, Penal y Social no se ha podido recuperar el ritmo.

–No, porque en esas instancias el requisito para llegar a sentencia es celebrar el juicio, se suspendieron y después se han tenido que ir celebrando vía telemática con la consiguiente disminución de vistas orales y su ralentización por las medidas de seguridad. Aún así, creo que se han celebrado bastante más de la mitad de los habituales antes de la pandemia.

–El parón económico por el COVID, ¿conllevará una reducción de delincuencia?

–Los asuntos civiles bajarán, solo hay que preguntar en los despachos de abogados, se quejan de que se mantienen gracias a las reclamaciones bancarias porque no hay asuntos civiles de envergadura como antes de la pandemia. Han bajado los delitos de apropiaciones de cantidades, robos, hurtos cuando todos estábamos en casa, después no han vuelto a situarse en los números habituales.

–Jueces, abogados, fiscales y abogados se quejan de que el sistema Cisco implantado para celebrar los juicios no funciona.

–Constantemente estamos demandando la mejora de los equipos técnicos, ha habido días en los que el sistema se ha caído y la comunicación telemática ha sido imposible, incidentes que ha habido que ir solventando día a día, e ir adelantando el trabajo que se podía para evitar en lo posible retrasos.

Los desahucios no han aumentado de forma importante durante la crisis sanitaria

–¿Qué medios se han pedido desde a Justicia?

–Audiencia y Decanato hemos pedido la mejora de los sistemas y de su funcionamiento, esto es competencia del Ministerio que ha ido poco a poco mejorando. Hemos pedido un sistema nuevo de grabación para instalar en la sala del jurado para disponer de más medios y se nos ha dicho que, de momento, no es posible porque están pendientes de la modificación de los sistemas. Ahí estamos atados de pies y manos.

–¿El Ministerio se plantea implantar un sistema integral?

–Se ha planteado cambiar los equipos y el sistema, nos hemos enterado al pedir el sistema de grabación para la sala del jurado.

–¿Implicará esa modificación unificar los programas informáticos de juzgados, fiscalía, abogados...?

–Claro, para que todos podamos operar y que sea mucho más fluido, evitar pasos y rupturas en los sistemas. No sabemos cuándo funcionará.

–Habían solicitado también una sala más de vistas.

–Sí, y que el Juzgado de lo Social número 1 viniera al Palacio de Justicia, donde está el número 2, para facilitar la labor de los profesionales; también más espacio en el Decanato para los funcionarios. Se nos ha dicho que está en estudio, pero que el proyecto es prioritario para este año, es decir, las peticiones de Zamora han entrado para su resolución, sabemos que “las cosas de palacio van despacio”, pero está.

La situación no ha retraído los casos de divorcio, son los mismos que se venían registrando

–¿La dotación de guaridas seguridad para los juzgados de la provincia se solventará pronto?

–La Gerencia de Justicia y la sala de Gobierno del TSJ han solicitado seguridad privada para los juzgados, pero aún no se nos ha dicho nada, a Puebla de Sanabria se le ha dotado de portero automático para controlar quién entra, pero es un parche; en Toro no hay seguridad y en Villalpando solo por la mañana. Es un asunto sobre el que hay que seguir insistiendo.

–¿Se pedirán jueces de apoyo para aliviar ese tapón que la pandemia causó?

–Hay posibilidades de pedir jueces de refuerzo en función del número de asuntos de cada juzgado, pero yo creo que en Zamora ese parón no ha sido tal, es un retraso leve que se está superando poco a poco. Los juzgados de Zamora precisan estar cubiertos y funcionando con normalidad, no con la nueva normalidad, sino con normalidad. Se está alcanzando una velocidad de funcionamiento bastante aceptable. Comparando con otras provincias, tenemos una justicia relativamente rápida.

–¿El efecto de la pandemia ha reducido las denuncias, la gente evita ir al juzgado?

–Sí, la gente está un poquito a la expectativa, está más preocupada por sus problemas personales, por su economía y por lo que puede pasar en el futuro, espera antes de recurrir a la Justicia, pleitear conlleva un gasto.

–Ha habido un aumento por agresiones sexuales, ¿La mujer ha perdido el miedo a denunciar?

–Se denuncia más, pero hay un número oculto, se va logrando poco a poco que denuncie. Por encima de todo, que lo haga, independientemente del resultado final, la denuncia ya es positiva, aunque la celebración del juicio y, sobre todo, la sentencia condenatoria requieren unos requisitos que unas veces se cumplen y otras no.  

–¿La absolución de un imputado por un delito sexual significa que el abuso o la violación no hayan existido?

–No, no, nosotros estamos diciendo en muchas sentencias absolutorias que la razón no es que los hechos hayan podido o no producirse, sino que existe falta de pruebas, la falta de acreditación.

–¿Esa falta de acreditación de dónde nace, por lo general?

–De la propia naturaleza de esos delitos que se comenten en privado, normalmente no hay posibilidad de contrastar con testigos.

–¿Se ha dejado de cuestionar la credibilidad de la mujer o continúa habiendo un poso machista en la sociedad?

–A la hora de juzgar no lo hay, somos un tribunal compuesto al 50% de hombres y mujeres, tenemos perfectamente superados todos esos prejuicios, partimos de la libertad absoluta de la persona y, a partir de ahí, nos pronunciamos.

–Zamora es un punto desde el que se distribuye droga a provincias de la periferia, ¿cree que hay que erradicar el punto de venta de droga de Las Llamas?

–Sí, totalmente. Es muy difícil acabar, sabemos que se acaba con uno y aparece otro, pero hay que intentar acabar con ese y que no haya un sustituto. La lucha policial es continua en colaboración con los jueces.

Hay que acabar con la venta de droga en Las Llamas, la lucha policial es continua

–¿Los desahucios y las ejecuciones de hipoteca se han aumentado con la pandemia?

–Los jueces de Primera Instancia me comentan que no ha habido un incremento importante hasta ahora, el problema es que si la situación de pandemia continúa y lo hace por mucho tiempo, habrá un quebranto fuerte para la economía y muchos más litigios.

–¿Los matrimonios se están retrayendo a la hora de divorciarse por esta crisis?

–Nosotros hemos seguido resolviendo separaciones y divorcios y, sobre todo, asuntos relacionados con las medidas, creemos que el componente personal que tienen estos asuntos está por encima de las consecuencias económicas de las pandemias, máxime cuando se puede pedir abogado de oficio si se carece de medios.

–¿Hay más concursos de acreedores a consecuencia de la crisis económica del COVID?

–Aún no hay cifras, pero creo que no han aumentado. Sí lo han hecho los ERTE ante los juzgados de lo Social.

–Los pasillos de los juzgados que eran bullicio están ahora vacíos, ¿se han perdido las relaciones humanas?

–Sí, eso sí, hay menos contacto, hablas menos con la gente, echar una charla con un abogado o un procurador ya se ha perdido prácticamente; y los hábitos crean costumbres, así que creo que va a ser difícil recuperarlo. ¡Vete a saber!