Las nuevas restricciones para luchar contra el coronavirus llegan con choque institucional entre la Junta y el Gobierno. El Ejecutivo regional, en su plan para detener la acelerada extensión del COVID en la comunidad, publicará hoy una orden que adelanta el toque de queda nocturno dos horas y lo sitúa a las ocho de la tarde. O de la noche, según Igea, que apeló al “ocaso” que se registra minutos antes de esa hora para justificar la decisión de la Junta. Sea o no sea con ocaso, el Ministerio de Sanidad no tardó ni una hora en desautorizar la decisión de la Junta, comunicada minutos antes a los alcaldes de grandes municipios y presidentes de diputaciones provinciales. En un mensaje distribuido a través de WhatsApp, Sanidad asegura que los planes de la Junta “no caben en el marco actual del decreto del estado de alarma”.

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. | Ical

La Junta, lejos de venirse a menos, comunicó a media tarde que el presidente Alfonso Fernández Mañueco, como autoridad delegada competente, había firmado ya el acuerdo que hoy se publicará en el Boletín Oficial de Castilla y León. La Junta se refugia en los informes de sus equipos jurídicos, que aseguran que el decreto del estado de alarma permite “modular, flexibilizar y suspender” la limitación de la libertad de circulación de las personas siempre que sea en horario nocturno. “Alfonso Fernández Mañueco, como autoridad delegada en Castilla y León tras la prórroga del actual estado de alarma, tiene la facultad de ampliar o restringir dicha libertad en horario nocturno”. Y a las ocho, dice la Junta, ya es de noche en toda la comunidad.

Con estos mimbres lo que es de prever hoy es la confusión en la ciudadanía. Mientras el Gobierno regional manda estar en casa a las ocho el nacional, que es el que controla a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, dice que la orden de la Junta no tiene validez. Habrá que ver, por tanto, si hay controles, si no los hay, o si los hay y son meramente informativos. Las excepciones a la movilidad previstas son las mismas que había hasta ayer. Adquisición de medicamentos, asistencia a centros sanitarios, obligaciones laborales o profesionales o retorno al lugar de residencia habitual, así como la asistencia a mayores, menores y dependientes.

Sea como fuere, el mensaje que quiso ayer lanzar el vicepresidente Francisco Igea transciende al horario del toque de queda. La situación en la comunidad, golpeada ya de lleno por la tercera ola, es muy grave. La intención de la Junta de Castilla y León es que todos los ciudadanos permanezcan en sus casas el máximo tiempo posible y que reduzcan las interacciones sociales, si puede ser, a la nada.

En este marco hay que entender el conjunto de medidas anunciadas ayer por Igea, la mayoría de las cuales no tienen que buscar recovecos jurídicos para aplicarse con rotundidad. A las ocho de la tarde de hoy entrará también en vigor la prohibición de los ciudadanos de Zamora, y de toda Castilla y León, de abandonar su provincia de origen de no ser por causa justificada —causas que vienen a ser las mismas que para estar en la calle de noche—. En tercer lugar, se limita también la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados a un número máximo de cuatro personas, salvo que se trate de convivientes, lo que se espera reduzca de manera muy significativa la movilidad e interacción social. Y en cuarto lugar, se reduce el aforo de reuniones, celebraciones y encuentros religiosos a un tercio del aforo del lugar donde se realicen siempre que no haya más de 25 personas. Las medidas serán efectivas durante un periodo de quince días, momento en el cual se volverán a evaluar para comprobar su efectividad.

Igea, con todo, no quiso ayer hablar de prórrogas. “No tiene mucho sentido”, aseguró a preguntas de los periodistas. Si la implementación de las medidas restrictivas para cortar la curva de incidencia del coronavirus en esta tercera ola no dan resultado en quince días, el confinamiento será “inevitable”, dice Igea. El vicepresidente argumentó que no es la opinión de la Junta, sino de refutados expertos nacionales e internacionales, y subrayó que países del entorno de España, entre ellos Portugal, han adoptado esa medida ante el incremento de los contagios en esta etapa de la pandemia. En las últimas horas, varias comunidades autónomas presionan al Gobierno para que adelante el toque de queda varias horas.